Y dijo al pueblo: 'Estad preparados para el tercer d a; que nadie toque a su mujer'.
1 Corintios 7:5 - Biblia Castilian 2003 No os neguéis uno a otro, a no ser de común acuerdo, por algún tiempo, para dedicaros a la oración. Pero volved de nuevo a vivir como antes, no sea que Satanás os tiente por vuestra incontinencia. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. Biblia Nueva Traducción Viviente No se priven el uno al otro de tener relaciones sexuales, a menos que los dos estén de acuerdo en abstenerse de la intimidad sexual por un tiempo limitado para entregarse más de lleno a la oración. Después deberán volverse a juntar, a fin de que Satanás no pueda tentarlos por la falta de control propio. Biblia Católica (Latinoamericana) No se nieguen ese derecho el uno al otro, a no ser que lo decidan juntos, y por cierto tiempo, con el fin de dedicarse más a la oración. Después vuelvan a estar juntos, no sea que caigan en las trampas de Satanás por no saberse dominar. La Biblia Textual 3a Edicion No os privéis el uno al otro, excepto de común acuerdo y por algún tiempo, para dedicaros a la oración, y luego volved a juntaros, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No os neguéis uno a otro, a no ser de común acuerdo, por algún tiempo, para dedicaros a la oración. Pero volved de nuevo a vivir como antes, no sea que Satanás os tiente por vuestra incontinencia. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No os defraudéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos en ayuno y oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. |
Y dijo al pueblo: 'Estad preparados para el tercer d a; que nadie toque a su mujer'.
Si toma otra mujer, no privará a la sierva de su alimento, su vestido y sus derechos conyugales.
reunid al pueblo, santificad la reunión, congregad a los ancianos, reunid a los jóvenes y hasta a los ni os de pecho. Salga el esposo de su alcoba, y la esposa de su tálamo.
y preguntar a los sacerdotes del templo de Yahveh Sebaot y a los profetas lo siguiente: '¿Debo hacer duelo y guardar abstinencia el quinto mes, como lo he hecho durante tantos a os?'.
Él les respondió: 'No todos son capaces de aceptar esta doctrina, sino aquellos a quienes se les ha concedido.
Entonces le responde Jesús: 'Ret rate, Satanás, porque escrito está: Al Se or tu Dios adorarás y a él solo darás culto'.
La mujer no es due a de su propio cuerpo, sino el marido; lo mismo que el marido no es due o de su propio cuerpo, sino la mujer.
Por esto también yo, no pudiendo resistir ya más, lo he enviado a que se informara sobre vuestra fe, no fuera que el tentador os hubiera tentado y todo nuestro esfuerzo se hubiera perdido en el vac o.