Mientras Israel habitaba en aquella tierra, fue Rubén y se acostó con Bilhá, concubina de su padre. Israel se enteró de ello. Jacob tuvo doce hijos.
1 Corintios 5:1 - Biblia Castilian 2003 Por todas partes corre la noticia de un caso de lujuria, entre vosotros, pero tal lujuria que ni entre los paganos existe: que hay uno que vive con la mujer de su padre. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la mujer de su padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Me cuesta creer lo que me informan acerca de la inmoralidad sexual que hay entre ustedes, algo que ni siquiera los paganos hacen. Me dicen que un hombre de su iglesia vive en pecado con su madrastra. Biblia Católica (Latinoamericana) De hecho se habla de inmoralidad sexual entre ustedes, y de un caso tal que ni siquiera se da entre los paganos: uno de ustedes convive con su propia madrastra. La Biblia Textual 3a Edicion Por todas partes se dice que hay fornicación entre vosotros, y fornicación tal, que ni aun existe entre los gentiles; hasta el punto de que alguien tiene la mujer de su propio padre.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por todas partes corre la noticia de un caso de lujuria, entre vosotros, pero tal lujuria que ni entre los paganos existe: que hay uno que vive con la mujer de su padre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Se oye por todas partes que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto que alguno tiene la esposa de su padre. |
Mientras Israel habitaba en aquella tierra, fue Rubén y se acostó con Bilhá, concubina de su padre. Israel se enteró de ello. Jacob tuvo doce hijos.
Ésta es la historia de Jacob. Ten a José diecisiete a os, todav a un ni o, y pastoreaba el ganado menor con sus hermanos, los hijos de Bilhá y los hijos de Zilpá, mujeres de su padre. José hizo saber a su padre la mala fama que ellos ten an.
hirviente como el agua: no tendrás la primac a, porque subiste al lecho de tu padre; profanaste mi tálamo.
Levantaron, pues, una tienda para Absalón en la azotea, y Absalón entró a las concubinas de su padre a la vista de todo Israel.
Entró luego David en su palacio de Jerusalén. Tomó el rey las diez concubinas que hab a dejado al cuidado del palacio y las puso bajo custodia. Proveyó su sustento, pero ya no se acercó más a ellas. Quedaron, pues, ellas recluidas hasta el d a de su muerte como viudas de por vida.
Hijos de Rubén, primogénito de Israel. Porque él era realmente el primogénito, pero, por haber profanado el tálamo de su padre, su primogenitura pasó a los hijos de José, hijo de Israel, aunque José no fue inscrito como primogénito.
¡Qué bien te las arreglas para buscar amor! Por eso hasta lo peor de los males has dirigido tus pasos.
Pero no sólo no te quedaste atrás a la hora de seguir sus abominaciones sino que, como si esto fuera poco, tu conducta fue más corrompida que la de ellas.'
En ti se descubre la desnudez del padre; en ti se abusa de la mujer impura por la regla.
No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre, pues es desnudez de tu padre.
Si alguno se acuesta con la mujer de su padre, descubriendo la desnudez de su padre, los dos morirán sin remisión. Su sangre caerá sobre ellos.
aplastan en el polvo de la tierra la cabeza de los indigentes; tuercen el camino de los humildes; padre e hijo se llegan a la misma joven, profanando as mi santo nombre.
sino escribirles que se abstengan de las contaminaciones de los dolos, de la fornicación, de lo estrangulado y de la sangre.
que os abstengáis de las carnes consagradas a los dolos, de la sangre, de lo estrangulado y de la fornicación. Guardándoos de estas cosas, obraréis rectamente. Conservaos bien'.
Porque, hermanos m os, los de Cloe me han informado que entre vosotros hay discordias.
Lo que ahora os escribo es que no os juntéis con uno que, llamándose hermano, sea libertino, o avaro, o idólatra, o calumniador, o borracho, o ladrón: con estos tales, ni comer.
'La comida para el vientre, y el vientre para la comida'; pero Dios destruirá lo uno y lo otro. El cuerpo no es para la lujuria, sino para el Se or; y el Se or para el cuerpo.
Huid de la fornicación. Los demás pecados que el hombre comete quedan fuera del cuerpo; pero el que comete fornicación peca contra su propio cuerpo.
¿O es que no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? ¡No os enga éis! Ni lujuriosos, ni idólatras, ni adúlteros, ni pervertidos, ni sodomitas,
y que, al llegar yo de nuevo, me humille mi Dios ante vosotros, y tenga que llorar por muchos de los que antes pecaron y no se convirtieron de la impureza, fornicación y libertinaje que cometieron.
Si alguno ha causado un disgusto, no me lo ha causado a m sino, hasta cierto punto, por no exagerar, a todos vosotros.
Por lo tanto, cuando os escrib, el motivo no fue ni el ofensor ni el ofendido, sino para que se pusiera de manifiesto entre vosotros vuestro interés por nosotros ante la presencia de Dios.
Ahora bien, son de sobra conocidas las obras de la carne, a saber: lujuria, impureza, libertinaje,
Pero lujuria o cualquier clase de impureza o codicia ni siquiera se nombren entre vosotros, como corresponde a un pueblo santo;
Maldito el que yaciere con la mujer de su padre, pues descubre el borde del manto de su padre. Y todo el pueblo dirá: Amén.
Haced morir, pues, cuanto hay de terreno en vosotros: lujuria, impureza, pasión, deseo malo, y la sed de lucro, que es una idolatr a.
Le he dado tiempo para convertirse, pero no quiere convertirse de su fornicación.
Pero los cobardes, los incrédulos, los culpables de abominación, los homicidas, los fornicarios, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros, compartirán el lago que arde con fuego y azufre. Ésta es la segunda muerte'.
No, hijos m os; no es bueno lo que de vosotros oigo: que hacéis que el pueblo de Yahveh se aparte de él.