La piedra que el cantero desechaba, se ha tornado en remate de la esquina.
1 Corintios 3:9 - Biblia Castilian 2003 Porque somos colaboradores con Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Pues ambos somos trabajadores de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Nosotros trabajamos con Dios y para él, y ustedes son el campo de Dios y la construcción de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Porque somos colaboradores de Dios;° y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Porque somos colaboradores con Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque nosotros, colaboradores somos de Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios. |
La piedra que el cantero desechaba, se ha tornado en remate de la esquina.
Habrá hartura de trigos en los campos; las cimas de los montes se mecerán de frutos, como el L bano; florecerán las villas como el césped de los prados.
Dichosos vosotros, que sembraréis junto a todas las aguas y dejaréis sueltos al buey y al asno.
Que como la tierra produce sus brotes, y como el jard n germina sus semillas, as el Se or Yahveh hará germinar la justicia y la alabanza delante de todas las naciones.
para alegrar a los enlutados de Sión; para darles corona en vez de ceniza, óleo de alegr a en vez de luto, canto de alabanza en vez de apocamiento. Se les llamará terebintos de justicia, plantación de Yahveh para gloria suya.
Se presentarán extranjeros y apacentarán vuestras ovejas, serán gente de fuera vuestros labradores y vi adores.
Yo te hab a plantado como cepa escogida, toda ella de semilla genuina. ¿Cómo, pues, para m te has cambiado en sarmientos silvestres de vi a bastarda?
Pero él les replicó: 'Toda planta que mi Padre celestial no ha plantado será arrancada de ra z.
Ahora yo también te digo que tú eres Pedro; sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del Hades no podrán contra ella.
Ellos luego fueron a predicar por todas partes, cooperando el Se or con ellos y confirmando su palabra con las se ales que la acompa aban].
Ésta es la piedra despreciada por vosotros, los constructores de la casa, y, no obstante, constituida en remate de la esquina.
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Esp ritu de Dios habita en vosotros?
¿O no sabéis que vuestro cuerpo es templo del Esp ritu Santo que está en vosotros, que lo habéis recibido de Dios y que no os pertenecéis a vosotros mismos?
Siendo, pues, colaboradores suyos, también os exhortamos a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
¿Qué compatibilidad entre el templo de Dios y los dolos? Porque nosotros somos templo de Dios vivo, como lo dijo Dios: Habitaré y caminaré en medio de ellos; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.
Porque de él somos hechura, creados en Cristo Jesús para las obras buenas que Dios nos preparó de antemano como norma de conducta.
arraigados y sobreedificados en él y asidos a la fe, según se os ense ó, prodigando la acción de gracias.
Pero, si me retraso, quiero que sepas cómo hay que comportarse en la casa de Dios que es la Iglesia del Dios vivo, columna y soporte de la verdad.
Cristo, por el contrario, en su calidad de Hijo, está al frente de su propia casa: casa que somos nosotros, con tal de que mantengamos [firme hasta el final] la confianza y la gozosa satisfacción de la esperanza.
Servid también vosotros de piedras vivas para edificar una casa espiritual destinada a un sacerdocio santo que ofrece sacrificios espirituales, agradables a Dios por medio de Jesucristo.
Por lo tanto, somos nosotros los que debemos acoger a tales hermanos, para trabajar juntos en la verdad.