Una cosa ha dicho Dios, estas dos yo he escuchado: que de Dios es el poder
1 Corintios 3:8 - Biblia Castilian 2003 El que planta y el que riega son una misma cosa; eso s, cada uno recibirá el salario a la medida de su trabajo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Biblia Nueva Traducción Viviente El que planta y el que riega trabajan en conjunto con el mismo propósito. Y cada uno será recompensado por su propio arduo trabajo. Biblia Católica (Latinoamericana) El que planta y el que riega están en la misma situación, y Dios pagará a cada uno según su trabajo. La Biblia Textual 3a Edicion Y el que planta y el que riega son una sola cosa, aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que planta y el que riega son una misma cosa; eso sí, cada uno recibirá el salario a la medida de su trabajo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el que planta y el que riega son una misma cosa; aunque cada uno recibirá su recompensa conforme a su labor. |
Una cosa ha dicho Dios, estas dos yo he escuchado: que de Dios es el poder
El que guarda la higuera come su fruto, el que atiende a su se or será estimado.
Los sabios brillarán como el resplandor del firmamento; y los que ense aron a muchos la justicia, como las estrellas, por siempre jamás.'
Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces dará a cada uno conforme a su conducta.
De manera que, amados hermanos m os, manteneos firmes, inconmovibles, progresando constantemente en la obra del Se or y sabiendo que vuestro trabajo en el Se or no cae en el vac o.
Y as lo que cuenta no es el que planta ni el que riega, sino el que produce el crecimiento: Dios.
Porque somos colaboradores con Dios; y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Pues aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, padres no tenéis muchos: porque yo os engendré en Cristo Jesús por el Evangelio.
¿Quién es el que se alista en un ejército a sus propias expensas? ¿Quién planta una vi a y no come de sus frutos? ¿Quién pastorea un reba o y no toma su leche?
Examine cada uno sus propias obras, y entonces tendrá en s, y no en los demás, motivos de satisfacción;
Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado por su nombre, cuando ya antes servisteis al pueblo santo y lo segu s sirviendo ahora.
Y cuando aparezca el mayoral, conseguiréis la corona inmarchitable de la gloria.
Mirad por vosotros, para no echar a perder lo que habéis trabajado, sino para recibir salario completo.
A sus hijos los mataré sin remisión, y conocerán todas las Iglesias que soy yo quien escruta los corazones y las entra as. Yo os daré a cada uno de vosotros según sus obras.
Mirad: vengo en seguida y traigo aqu la recompensa conmigo, para dar a cada uno según sean sus obras.