Pero él, volviéndose, le dijo a Pedro: 'Qu tate de mi presencia, satanás, eres un tropiezo para m, porque tu pensamiento no es divino, sino humano'.
1 Corintios 3:1 - Biblia Castilian 2003 Yo, por mi parte, hermanos, no pude hablaros como a hombres espirituales, sino como a puramente humanos, como a cristianos en edad infantil. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Biblia Nueva Traducción Viviente Amados hermanos, cuando estuve con ustedes, no pude hablarles como lo haría con personas espirituales. Tuve que hablarles como si pertenecieran a este mundo o como si fueran niños en Cristo. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo, hermanos, no pude hablarles como a personas espirituales, sino como a personas 'carnales', como a niños en Cristo. La Biblia Textual 3a Edicion Y yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños° en el Mesías. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo, por mi parte, hermanos, no pude hablaros como a hombres espirituales, sino como a puramente humanos, como a cristianos en edad infantil. Biblia Reina Valera Gómez (2023) De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. |
Pero él, volviéndose, le dijo a Pedro: 'Qu tate de mi presencia, satanás, eres un tropiezo para m, porque tu pensamiento no es divino, sino humano'.
Sabemos, desde luego, que la ley es espiritual; pero yo soy de carne y hueso, vendido como esclavo al pecado.
Hermanos, no seáis ni os en la inteligencia. Sedlo, s, en la malicia, pero en la inteligencia sed adultos.
Si alguno cree ser profeta o estar inspirado, reconozca que lo que escribo es una orden del Se or;
Es verdad que para los ya formados usamos un lenguaje de sabidur a. Pero no de una sabidur a de este mundo ni de las fuerzas rectoras de este mundo que están en v as de perecer;
Hermanos, en el caso de que alguno fuera sorprendido en alguna falta, vosotros, los espirituales, procurad, con esp ritu de mansedumbre, que se levante, con la mirada puesta en ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Y todo el que se alimenta de leche carece de la experiencia de la justificación, porque todav a es ni o.
Os escribo, hijitos, porque por su nombre se os han perdonado los pecados.