Aquel d a, los egipcios serán como mujeres: temblarán y temerán ante la agitación de la mano de Yahveh Sebaot, que él mismo agitará contra ellos.
1 Corintios 2:3 - Biblia Castilian 2003 Y me presenté ante vosotros débil y con mucho temor y temblor. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y estuve entre vosotros con debilidad, y mucho temor y temblor; Biblia Nueva Traducción Viviente Me acerqué a ustedes en debilidad: con timidez y temblor. Biblia Católica (Latinoamericana) Yo mismo me sentí débil ante ustedes, tímido y tembloroso. La Biblia Textual 3a Edicion Y llegué a vosotros con debilidad, y con temor y con mucho temblor;° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y me presenté ante vosotros débil y con mucho temor y temblor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y estuve con vosotros en flaqueza, y mucho temor y temblor; |
Aquel d a, los egipcios serán como mujeres: temblarán y temerán ante la agitación de la mano de Yahveh Sebaot, que él mismo agitará contra ellos.
Pasaron por Anf polis y Apolonia y llegaron a Tesalónica, donde hab a una sinagoga de jud os.
Era por entonces procónsul de Acaya Galión. Los jud os se amotinaron contra Pablo y lo condujeron al tribunal,
Pero ellos le opusieron resistencia y respondieron con ultrajes, por lo que él, sacudiéndose el vestido, les dijo: 'Allá vuestra sangre sobre vuestras cabezas. Yo estoy limpio. Desde ahora me dirigiré a los gentiles'.
Yo mismo, Pablo, os voy a hacer un ruego en nombre de la humildad y la condescendencia de Cristo; yo, tan t mido cuando estoy presente y tan atrevido cuando estoy ausente.
Porque alguien dice: 'Las cartas son duras y fuertes; pero su presencia corporal es poca cosa y su palabra despreciable'.
Es cierto que fue crucificado en razón de la debilidad; pero vive por el poder de Dios. Y as, también nosotros participamos de su debilidad, pero viviremos con él por el poder de Dios para con vosotros.
Nos alegramos cuando nosotros somos débiles y vosotros sois fuertes. Y esto es lo que pedimos: vuestra perfección completa.
Por lo tanto, investidos por la misericordia [de Dios] de este ministerio, no perdemos el ánimo.
Y, por eso, no perdemos el ánimo sino todo lo contrario. Pues aun cuando nuestro hombre exterior se va desmoronando, nuestro hombre interior se va renovando d a tras d a.
Por el contrario, nos acreditamos en toda ocasión como servidores de Dios, con mucha constancia, en tribulaciones, en necesidades, en aprietos,
Y su afecto entra able hacia vosotros se ha redoblado al recordar la solicitud de todos vosotros: de cómo lo recibisteis con reverencial deferencia.
Pues la verdad es que, cuando llegamos a Macedonia, no hubo reposo para nosotros; al contrario, todo fueron tribulaciones: por fuera, luchas; por dentro, temores.
Esclavos, obedeced a vuestros amos en la tierra, con sumisión y respeto, en la sencillez de vuestro corazón, como a Cristo;