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1 Corintios 14:4 - Biblia Castilian 2003

El que habla lenguas se edifica a s mismo, mientras que el que profetiza edifica a la iglesia.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

La persona que habla en lenguas se fortalece a sí misma, pero el que dice una palabra de profecía fortalece a toda la iglesia.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

El que habla en lenguas se fortalece a sí mismo, mientras que el profeta edifica a la Iglesia.

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La Biblia Textual 3a Edicion

El que habla en lenguas,° a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

El que habla lenguas se edifica a sí mismo, mientras que el que profetiza edifica a la iglesia.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

El que habla en lengua desconocida, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia.

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Lòt tradiksyon



1 Corintios 14:4
12 Referans Kwoze  

Estas se ales acompa arán a los que crean: en virtud de mi nombre expulsarán a los demonios, hablarán lenguas nuevas,


Dediquémonos, por consiguiente, a lo que fomenta la paz y favorece la edificación común.


A otro, poder de hacer milagros; a otro, el hablar en nombre de Dios; a otro, discernimiento de esp ritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, el interpretarlas.


Y Dios pues en la iglesia: en primer lugar, apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros; después, los que poseen poder de hacer milagros, los que tienen don de curar, de asistir, de gobernar, de hablar diversas lenguas.


Si hablo las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, soy como bronce que suena o como c mbalo que reti e.


Y si tengo el don de profec a y conozco todos los misterios y todo el saber; y tengo tanta fe como para mover monta as, pero no tengo amor, nada soy.


As también vosotros. Ya que aspiráis con ardor a los dones del Esp ritu, procurad tenerlos en abundancia para la edificación de la iglesia.


Por lo tanto, el don de lenguas es un signo no para los creyentes, sino para los infieles; mientras que la profec a lo es no para los infieles, sino para los creyentes.


¿Qué conclusión sacar, hermanos? Cuando os reun s, cada uno puede tener un himno, una ense anza, una revelación, un lenguaje, una interpretación: que todo sirva para edificación.


Por el contrario, el que profetiza, habla a los hombres, edifica, exhorta y anima.


Yo quisiera que todos hablaseis lenguas, pero mucho más que profetizarais. El que profetiza es más que el que habla lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.