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1 Corintios 11:32 - Biblia Castilian 2003

Cuando el Se or nos castiga, nos corrige, para que no seamos condenados con el mundo.

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Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Sin embargo, cuando el Señor nos juzga, nos está disciplinando para que no seamos condenados junto con el mundo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Pero si el Señor nos juzga, nos corrige, para que no seamos condenados con este mundo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

pero siendo juzgados, somos disciplinados° por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Cuando el Señor nos castiga, nos corrige, para que no seamos condenados con el mundo.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.

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Lòt tradiksyon



1 Corintios 11:32
22 Referans Kwoze  

Yo seré para él padre, y él será mi hijo, de suerte que, si se desv a, lo castigaré con vara de hombres y con azotes humanos,


El Se or me corrige con dureza, pero no me entrega a la muerte.


¿Dónde golpearos aún si segu s rebelándoos? Toda la cabeza está enferma, todo el corazón extenuado.


Deberás por tanto decirles: 'Ésta es la nación que no ha escuchado la voz de Yahveh, su Dios, ni ha aceptado la corrección. La lealtad ha desaparecido, ha sido cercenada de su boca'.


No escuchó la voz, no aceptó la corrección; no conf o en Yahveh, no se acercó a su Dios.


Ahora bien, sabemos que cuanto dice la ley, para aquellos que están bajo la ley lo dice, a fin de que nadie pueda rechistar y el mundo entero se sienta reo de culpa ante Dios;


Ni sucede con el don como sucedió por causa de aquel uno que pecó: pues, a consecuencia de una sola falta, el juicio terminó en condenación; mientras que el don, partiendo de muchas faltas, culminó en justificación.


¿Dónde está el sabio? ¿Dónde el letrado? ¿Dónde el filósofo de las cosas de este mundo? ¿No convirtió Dios en necedad la sabidur a del mundo?


Y porque el mundo no conoció, mediante su sabidur a, a Dios en la sabidur a de Dios, quiso Dios salvar, mediante la necedad del mensaje de la predicación, a los que tienen fe.


Por eso hay entre vosotros gran número de enfermos y achacosos, y no pocas muertes.


Pero si nos examináramos a nosotros mismos, no ser amos castigados.


Por consiguiente, hermanos: cuando os congreguéis para comer, aguardaos unos a otros.


Reconoce, pues, en tu corazón que Yahveh te corrige como un hombre corrige a su hijo.


entre ellos Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás, para que aprendan a no blasfemar.


Sabemos que somos de Dios, y que el mundo entero está sometido al Maligno.


Yo, a los que amo, los reprendo y castigo. ¡An mate, pues, y conviértete!