Ved, menospreciadores, asombraos y desapareced; porque voy a realizar en vuestros d as una obra que no la creer ais si os la contaran. '
1 Corintios 1:18 - Biblia Castilian 2003 De hecho, la palabra de la cruz es una necedad para los que están en v as de perdición; mas para los que están en v as de salvación, para nosotros, es poder de Dios. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡El mensaje de la cruz es una ridiculez para los que van rumbo a la destrucción! Pero nosotros, que vamos en camino a la salvación, sabemos que es el poder mismo de Dios. Biblia Católica (Latinoamericana) Porque el lenguaje de la cruz resulta una locura para los que se pierden; pero para los que se salvan, para nosotros, es poder de Dios. La Biblia Textual 3a Edicion Porque la palabra de la cruz ciertamente es necedad para los que se pierden, pero para nosotros los salvos,° es poder de Dios. Biblia Serafín de Ausejo 1975 De hecho, la palabra de la cruz es una necedad para los que están en vías de perdición; mas para los que están en vías de salvación, para nosotros, es poder de Dios. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque la predicación de la cruz es locura a los que se pierden; pero a nosotros los salvos, es poder de Dios. |
Ved, menospreciadores, asombraos y desapareced; porque voy a realizar en vuestros d as una obra que no la creer ais si os la contaran. '
Incluso ciertos filósofos epicúreos y estoicos dialogaban con él. Algunos dec an: '¿Qué querrá decir este charlatán?'. Otros, en cambio: 'Parece ser predicador de divinidades extra as' - porque anunciaba a Jesús y la resurrección -.
Al o r 'resurrección de los muertos' unos se re an, y otros dijeron: 'Te oiremos hablar de esto en otra ocasión'.
alababan a Dios y ten an el favor de todo el pueblo. Y el Se or agregaba d a tras d a a la comunidad a los que obten an la salvación.
Porque no me avergüenzo del evangelio, ya que es poder de Dios para salvar a todo el que cree: tanto, y en primer lugar, al jud o, como también al griego.
Y porque el mundo no conoció, mediante su sabidur a, a Dios en la sabidur a de Dios, quiso Dios salvar, mediante la necedad del mensaje de la predicación, a los que tienen fe.
y por el cual encontráis salvación, si es que conserváis la palabra que os anuncié; de lo contrario, de nada os sirvió haber cre do.
En un plano puramente humano el hombre no capta las cosas del Esp ritu de Dios, porque son para él necedad; y no puede conocerlas, porque sólo pueden ser examinadas con criterios espirituales.
pues me propuse no saber entre vosotros otra cosa que a Jesucristo; y éste, crucificado.
pues la sabidur a de este mundo es necedad para Dios. Porque está escrito: Él atrapa a los sabios en su propia astucia.
nosotros, insensatos por Cristo; vosotros, sensatos en Cristo: nosotros débiles, vosotros fuertes; vosotros estimados, nosotros despreciados.
Las armas de mi combate no son carnales, sino que tienen poder divino para derribar fortalezas: derribamos sofismas
Y si nuestro Evangelio todav a está velado, lo está en aquellos que van camino de la perdición:
porque nuestro evangelio no llegó a vosotros sólo con palabras, sino, además, con poder, con el Esp ritu Santo y con profunda convicción. Como muy bien sabéis, ésa fue nuestra actuación entre vosotros, para bien vuestro.
y de toda especie de maldades, que seducirán a los que están en v as de perdición, por no haber acogido el amor de la verdad que los habr a salvado.
fija nuestra mirada en el jefe iniciador y consumador de la fe: Jesús. El cual, a la vista de la dicha que se le presentaba, soportó la cruz, sin tomar en cuenta la ignominia, y está sentado a la diestra del trono de Dios.
Porque la palabra de Dios es viva y activa, y más tajante que una espada de dos filos: penetra hasta la división de alma y esp ritu, de articulaciones y tuétanos, y discierne las intenciones y pensamientos del corazón.