Lucas 10:9 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) sanad a cuantos enfermos encontréis, y anunciad a todos: 'El reino de Dios se ha acercado a vosotros'. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios. Biblia Nueva Traducción Viviente Sanen a los enfermos y díganles: “El reino de Dios ahora está cerca de ustedes”. Biblia Católica (Latinoamericana) sanen a los enfermos y digan a su gente: El Reino de Dios ha venido a ustedes. La Biblia Textual 3a Edicion y sanad a los enfermos que haya° en ella y decidles: El reino de Dios se ha acercado a vosotros. Biblia Serafín de Ausejo 1975 curad los enfermos que haya en ella, y decidles: 'Está cerca de vosotros el reino de Dios'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: El reino de Dios se ha acercado a vosotros. |
Desde aquel día comenzó Jesús a predicar. Decía: Arrepentíos de vuestros pecados y volveos a Dios, porque el reino de los cielos ya está cerca. Llamamiento de los primeros discípulos
También les dijo: ¿Con qué podremos comparar el reino de Dios? ¿Con qué parábola podríamos describirlo?
Expulsaron muchos demonios y, ungiendo con aceite a muchos enfermos, los sanaban. Decapitación de Juan el Bautista
Ahora bien, si llegáis a una ciudad donde la gente, por el contrario, se niegue a recibiros, proclamad en sus calles:
'¡Hasta el polvo de esta ciudad sacudimos de nuestros pies, como testimonio en contra vuestra! Pero tened presente que el reino de Dios ha estado cerca de vosotros'.
Luego los envió a proclamar la llegada del reino de Dios y a sanar a los enfermos.
Jesús le respondió: Con toda certeza te digo que quien no nazca de nuevo no podrá ver el reino de Dios.
Te aseguro contestó Jesús que no basta con nacer físicamente. Es menester nacer del agua y del Espíritu para entrar en el reino de Dios.
Sabed, pues, que esta salvación de Dios está también al alcance de los gentiles, y que ellos escucharán y la aceptarán.
les predicaba el reino de Dios y, sin que nadie tratara de impedirlo, les instruía abiertamente acerca del Señor Jesucristo.