Aquella Palabra se hizo hombre, y como hombre vivió entre nosotros con plenitud de gracia y de verdad. Y fuimos testigos de su gloria, la gloria que pertenece al Hijo único de Dios Padre.
Juan 8:23 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) Les dijo Jesús: Vosotros sois de abajo y yo soy de arriba. Vosotros sois de este mundo y yo no lo soy. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús continuó diciendo: «Ustedes son de abajo; yo soy de arriba. Ustedes pertenecen a este mundo; yo no. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero Jesús les dijo: 'Ustedes son de abajo, yo soy de arriba. Ustedes son de este mundo, yo no soy de este mundo. La Biblia Textual 3a Edicion Y les decía: Vosotros sois de abajo, Yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, Yo no soy de este mundo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él seguía diciéndoles: 'Vosotros sois de aquí abajo; yo soy de allá arriba. Vosotros sois de este mundo; yo no soy de este mundo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y les dijo: Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo. |
Aquella Palabra se hizo hombre, y como hombre vivió entre nosotros con plenitud de gracia y de verdad. Y fuimos testigos de su gloria, la gloria que pertenece al Hijo único de Dios Padre.
Les he comunicado tu mensaje, y el mundo los ha odiado porque ellos no pertenecen al mundo, como tampoco yo le pertenezco.
Piensa que nadie ha subido al cielo, sino aquel que primero vino del cielo, esto es, el Hijo del hombre, cuyo lugar es el cielo. Jesús y el amor del Padre
Porque él bajó del cielo, y por tanto su importancia es mayor que la de cualquier otro. ¡Sí, quien viene del cielo es más importante que todos los demás! Pero yo soy de este mundo, y sólo puedo hablar de las cosas propias del mundo.
Sois como una esposa adúltera, infiel a su marido, y no comprendéis que trabar amistad con los placeres del mundo es atraerse la enemistad de Dios. ¿No sabéis que entregarse a los deleites de este mundo es hacerse enemigo de Dios?