Pues bien, si vosotros, que sois pecadores, sabéis dar a vuestros hijos lo que ellos necesitan, ¿con cuánta mayor razón no dará vuestra Padre celestial el Espíritu Santo a quienes se lo pidan? Jesús y Beelzebú
Juan 4:10 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) Pero Jesús le respondió: Si supieras qué maravilloso regalo tiene Dios para ti, y quién soy yo, que te he pedido agua, tú pedirías de mí que te diera agua viva. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva. Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús contestó: —Si tan solo supieras el regalo que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús le dijo: 'Si conocieras el don de Dios, si supieras quién es el que te pide de beber, tú misma le pedirías agua viva y él te la daría. La Biblia Textual 3a Edicion Respondió Jesús, y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber, tú le pedirías, y Él te daría agua viva. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús le respondió: 'Si conocieras el don de Dios: quién es el que te dice 'dame de beber', serías tú la que le habrías pedido y él te habría dado agua viva'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondió Jesús y le dijo: Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a Él, y Él te daría agua viva. |
Pues bien, si vosotros, que sois pecadores, sabéis dar a vuestros hijos lo que ellos necesitan, ¿con cuánta mayor razón no dará vuestra Padre celestial el Espíritu Santo a quienes se lo pidan? Jesús y Beelzebú
En esto consiste la vida eterna: en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado a este mundo.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo único para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.
En cambio, nunca más tendrá sed aquel que beba del agua que yo ofrezco, porque el agua que yo le daré se convertirá en su interior en una fuente inagotable de vida eterna.
Respondió Jesús: Yo soy el pan de vida. Los que a mí vienen, nunca más tendrán hambre; los que en mí creen, no volverán a tener sed.
Yo soy el pan de vida que ha descendido del cielo: el que coma de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi propia carne, que yo daré para que el mundo reciba la vida verdadera.
El Señor siguió: Levántate y ve a la calle Derecha. Busca la casa de un hombre llamado Judas y pregunta allí por Saulo, de Tarso. Lo encontrarás orando, porque
Si él no vaciló en entregar a su Hijo en favor nuestro, ¿no nos dará también con él todas las cosas?
Por eso, porque Dios así lo ha querido, vosotros estáis unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha constituido para nosotros en sabiduría, justificación, santificación y redención.
y también todos bebieron de la misma agua que brotaba de la roca espiritual que los seguía, la cual era Cristo.
¡Gracias a Dios por el don de Jesucristo, que no hay palabras que puedan describirlo!
Y pensad esto: que solamente por gracia sois salvos mediante la fe en Cristo. No lo sois por vuestros propios merecimientos, sino tan sólo como un don de Dios,
Es inútil empeñarse en atraer de nuevo para el Señor a quienes, habiendo sido una vez iluminados por la luz del evangelio y gustado del don celestial de la salvación, y habiendo participado del Espíritu Santo
pero nos consta que Cristo, el Hijo de Dios, ha acudido en nuestro auxilio, y que nos ha dado la necesaria inteligencia para conocer al Dios verdadero. Y en él estamos, en el verdadero, porque estamos en su Hijo Jesucristo. ¡Él es el Dios verdadero y la vida eterna!
¡Ya está hecho! ¡Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin! ¡A quien tenga sed le daré a beber totalmente gratis del manantial del agua de la vida!
El Espíritu Santo y la esposa dicen: Ven.Y el que oiga esta llamada diga también: Ven.Y el que tenga sed, que venga. Y el que quiera, que beba totalmente gratis del agua de la vida.
Porque el Cordero que está en medio, en el trono, los alimentará y los conducirá a manantiales de aguas de vida; y Dios enjugará hasta la última lágrima de sus ojos.