En ellos tuvo lugar un nuevo nacimiento, no como resultado de la voluntad humana de engendrar hijos según nuestra naturaleza de carne y sangre, sino de la voluntad de Dios.
Juan 3:8 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) Esto es como el viento, que lo oyes soplar, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va; tampoco sabemos cómo actúa el Espíritu en quienes nacen a la nueva vida que de él procede. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Biblia Nueva Traducción Viviente El viento sopla hacia donde quiere. De la misma manera que oyes el viento pero no sabes de dónde viene ni adónde va, tampoco puedes explicar cómo las personas nacen del Espíritu. Biblia Católica (Latinoamericana) El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu. La Biblia Textual 3a Edicion El espíritu° sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va, así es todo el que ha nacido del Espíritu. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El viento sopla donde quiere: tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Así le sucede a todo el que ha nacido del Espíritu'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. |
En ellos tuvo lugar un nuevo nacimiento, no como resultado de la voluntad humana de engendrar hijos según nuestra naturaleza de carne y sangre, sino de la voluntad de Dios.
No te sorprendas porque yo te haya dicho que os es necesario nacer de nuevo.
vino repentinamente del cielo un estruendo, como de un vendaval,que llenó por completo la casa donde se habían congregado.
Cuando acabaron de orar se estremeció el lugar donde se habían reunido los creyentes, y todos ellos quedaron llenos del Espíritu Santo. A partir de entonces, se entregaron con mayor denuedo a predicar el mensaje de Dios. Los creyentes comparten sus bienes
Pero siempre es uno y el mismo Espíritu el que concede tales dones y el que los reparte según su criterio y voluntad. Un cuerpo con muchos miembros
¿Acaso alguien puede conocer lo que hay en lo más íntimo de un ser humano, a no ser el propio espíritu que alienta dentro de él? De la misma manera, nadie puede conocer lo que hay en lo profundo de Dios, a no ser el propio Espíritu de Dios.
Si sabéis que él es justo, entended igualmente que todo el que practica la justicia es nacido de él.