Pues si no sois capaces de creerme ni siquiera cuando me refiero a las cosas de este mundo, ¿cómo vais a creerme cuando me refiera a las celestiales?
Juan 3:7 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) No te sorprendas porque yo te haya dicho que os es necesario nacer de nuevo. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que no te sorprendas cuando digo: “Tienen que nacer de nuevo”. Biblia Católica (Latinoamericana) No te extrañes de que te haya dicho: 'Necesitan nacer de nuevo desde arriba'. La Biblia Textual 3a Edicion No te maravilles de que te haya dicho: Os° es necesario nacer de nuevo. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No te extrañes de que te haya dicho: es necesario que nazcáis de lo alto. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer otra vez. |
Pues si no sois capaces de creerme ni siquiera cuando me refiero a las cosas de este mundo, ¿cómo vais a creerme cuando me refiera a las celestiales?
Jesús le respondió: Con toda certeza te digo que quien no nazca de nuevo no podrá ver el reino de Dios.
Lo que nace del ser humano es vida humana; lo que nace del Espíritu de Dios es vida espiritualmente renovada.
Esto es como el viento, que lo oyes soplar, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va; tampoco sabemos cómo actúa el Espíritu en quienes nacen a la nueva vida que de él procede.
No os sorprendáis de estas cosas, porque lo cierto es que se acerca el momento en que los muertos oirán desde sus tumbas la voz del Hijo de Dios.
y deis gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho aptos para participar de la misma herencia de que participan los que ya viven en el reino de la luz.
Evitad toda rencilla, y procurad llevar una vida limpia y santa, porque sin santidad nadie verá al Señor.
Y ahora que por la obediencia a la verdad, que es Cristo, y mediante la acción del Espíritu Santo, habéis purificado vuestras almas y las habéis dispuesto al más sincero amor fraternal, amaos unos a otros entrañablemente, con absoluta pureza de corazón;
pero en ella no entrará nada impuro, ni nadie que sea detestable o mentiroso. Tan sólo entrarán aquellos cuyo nombre está inscrito en el libro de la vida del Cordero.