También por entonces, tomando la palabra, Jesús dijo: Gracias te doy, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y a los sensatos, y se las revelaste a los niños.
Juan 3:10 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) Jesús prosiguió:
Tú, que eres un maestro de Israel, ¿no sabes de qué te estoy hablando? Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? Biblia Nueva Traducción Viviente Jesús le contestó: —¿Tú eres un respetado maestro judío y aún no entiendes estas cosas? Biblia Católica (Latinoamericana) Respondió Jesús: 'Tú eres maestro en Israel, y ¿no sabes estas cosas?' La Biblia Textual 3a Edicion Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no conoces esto? Biblia Serafín de Ausejo 1975 Jesús le respondió: '¿Tú eres maestro de Israel, y no lo sabes? Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? |
También por entonces, tomando la palabra, Jesús dijo: Gracias te doy, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y a los sensatos, y se las revelaste a los niños.
No les hagáis caso, porque esos son ciegos que intentan guiar a otros ciegos; y si un ciego se hace guía de otro ciego, ambos caerán juntos en el mismo hoyo.
Jesús respondió a los saduceos diciendo: Estáis del todo equivocados, y ni entendéis las Escrituras ni conocéis el poder de Dios.
Tres días pasaron antes de dar con el niño. Al fin lo hallaron en el Templo, sentado en medio de los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas,
Un día estaba enseñando ante un grupo de fariseos y maestros de la ley que habían llegado de diferentes lugares de Galilea, de Judea y de la misma Jerusalén. Ellos, sentados, escuchaban a Jesús, con quien estaba el poder sanador del Señor.
pero uno de ellos, un fariseo llamado Gamaliel, maestro de la ley y persona muy respetada por todo el pueblo, tomó la palabra, y después de disponer que sacaran de la sala a los apóstoles para que no oyeran lo que él tenía que decir,
Nadie es auténtico judío por el mero hecho físico de estar circuncidado, ni la circuncisión tiene ningún valor si no es algo más que una señal externa.
Pero sabed que los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que en espíritu servimos a Dios, los que ponemos toda nuestra gloria en Cristo Jesús y no confiamos en esfuerzos humanos.
Vosotros habéis aceptado a Cristo, que os liberó de la condición pecadora de la naturaleza humana; y lo hizo, no mediante la circuncisión que se practica en el cuerpo, sino mediante la espiritual circuncisión en Cristo por la cual os despojasteis del cuerpo del pecado.