Pedro, siguiéndole de lejos, llegó hasta el patio de la casa del sumo sacerdote. Una vez allí, se sentó entre los soldados para ver en que pararía finalmente todo lo que estaba ocurriendo.
Juan 19:6 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) Al verle, los principales sacerdotes y los alguaciles prorrumpieron en gritos: ¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo! ¡Crucificadlo vosotros, puesto que yo no lo puedo culpar de ningún delito!Respondieron ellos:
¡Según nuestra ley, tiene que morir, porque se ha hecho pasar por el propio Hijo de Dios! Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando le vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale! ¡Crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo delito en él. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando lo vieron, los principales sacerdotes y los guardias del templo comenzaron a gritar: «¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!». —Llévenselo ustedes y crucifíquenlo —dijo Pilato—. Yo no lo encuentro culpable. Biblia Católica (Latinoamericana) Al verlo, los jefes de los sacerdotes y los guardias del Templo comenzaron a gritar: '¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!' Pilato contestó: 'Tómenlo ustedes y crucifíquenlo, pues yo no encuentro motivo para condenarlo. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando pues lo vieron los principales sacerdotes y los alguaciles, gritaron, diciendo: ¡Crucifica! ¡Crucifica! Les dice Pilato: ¡Tomadlo vosotros y crucificadlo, pues yo no hallo delito en él! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando lo vieron, los pontífices y los guardias comenzaron a gritar: '¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!'. Pilato les contesta: 'Tomadlo vosotros y crucificadlo; porque yo no encuentro delito en él'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando le vieron los príncipes de los sacerdotes y los alguaciles, dieron voces, diciendo: ¡Crucifícale, crucifícale! Pilato les dijo: Tomadle vosotros, y crucificadle; porque yo no hallo falta en Él. |
Pedro, siguiéndole de lejos, llegó hasta el patio de la casa del sumo sacerdote. Una vez allí, se sentó entre los soldados para ver en que pararía finalmente todo lo que estaba ocurriendo.
¿Y que hago con Jesús, llamado el Cristo? Todos a una contestaron: ¡Crucifícalo!
Comprendiendo Pilato que nada conseguía, sino que cada vez era mayor el alboroto, ordenó que le llevasen agua, se lavó las manos en presencia de todo el pueblo y dijo: Yo no me hago responsable de la sangre de este hombre, que es inocente. ¡Allá vosotros!
Pilato entonces, volviéndose a los principales sacerdotes y a la gente en general, dijo: Yo no veo que este hombre haya cometido ningún delito.
En esta ocasión, los principales sacerdotes y fariseos pusieron a disposición de Judas un destacamento de soldados y algunos alguaciles, y todos juntos, armados y alumbrándose con antorchas, se presentaron en el huerto.
Pues lleváoslo y juzgadlo según vuestra ley dijo Pilato. Pero los judíos argumentaron: No, porque a nosotros no nos está permitido condenar a muerte a nadie.
¿Y qué cosa es la verdad? dijo Pilato, que en seguida, sin esperar respuesta a estas palabras, salió y se presentó otra vez ante los judíos. Yo no encuentro ningún delito en este hombre declaró .
Pero ellos vociferaban: ¡Fuera, fuera con él! ¡Crucifícalo! ¿A vuestro rey queréis que crucifique? ¡Nosotros no tenemos más rey que el César! gritaron los principales sacerdotes.
Pilato volvió a presentarse de nuevo ante los judíos. Mirad, aquí os traigo a este hombre. Pero entended bien que yo no lo encuentro culpable de ningún crimen.
sin embargo, según un determinado propósito y un plan previamente trazado, Dios permitió que asesinarais a Jesús clavándolo en una cruz por mano de la autoridad romana.
Porque ¿a cuál de los profetas no persiguieron ellos, que incluso mataron a los que predijeron la venida del Justo, del Mesías, al que acabáis de entregar con traición, y asesinar?