Bib sou entènèt

Piblisite


Tout bib la Ansyen Testaman Nouvo Testaman




Juan 13:1 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento)

Antes de comenzar la fiesta de la Pascua, Jesús ya sabía que su hora había llegado para regresar de este mundo al Padre; y del mismo modo que había amado a los suyos en este mundo, siguió amándolos hasta el último momento.

Gade chapit la
Montre Interlinear Bible

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

Gade chapit la

Biblia Nueva Traducción Viviente

Antes de la celebración de la Pascua, Jesús sabía que había llegado su momento para dejar este mundo y regresar a su Padre. Había amado a sus discípulos durante el ministerio que realizó en la tierra y ahora los amó hasta el final.

Gade chapit la

Biblia Católica (Latinoamericana)

Antes de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que le había llegado la hora de salir de este mundo para ir al Padre, como había amado a los suyos que quedaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Gade chapit la

La Biblia Textual 3a Edicion

Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que había llegado° su hora para que pasara de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban° en el mundo, los amó hasta el extremo.

Gade chapit la

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre, y habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo.

Gade chapit la

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Y antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.

Gade chapit la
Lòt tradiksyon



Juan 13:1
44 Referans Kwoze  

Entonces fue adonde estaban los discípulos, y le s dijo: Dormid todavía y descansad... Pero no, pues ha llegado la hora y el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores.


y enseñadlos a guardar todas las cosas que os he mandado. Y sabed que yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo.


Y puesto que todos los días estuve con vosotros en el templo, ¿por qué no me arrestasteis allí? Pero ya sé que esta hora es la vuestra, la hora del poder de las tinieblas. Pedro niega a Jesús


Cuando ya se cumplía el tiempo en que Jesús había de regresar al cielo, emprendió decididamente el camino a Jerusalén.


Faltaba poco para la Pascua, y muchos judíos empezaban a subir de aquella región a Jerusalén. Llegaban con la antelación necesaria para participar en las ceremonias de purificación que tenían lugar antes de la Pascua.


Él les respondió que ya había llegado la hora en que el Hijo del hombre tenía que ser glorificado,


Algunos pensaron que, como Judas era el encargado del dinero, Jesús le había encargado que fuese a comprar algo para celebrar la fiesta, o que llevara algún dinero para repartir entre los pobres.


Y Jesús sabía que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que así como había venido de Dios, a Dios había de volver.


Por eso quiero dejaros un nuevo mandamiento: Amaos los unos a los otros. De la misma manera que yo os he amado, amaos también vosotros.


Ya sabéis lo que os he dicho: Ahora me voy, pero regresaré para estar con vosotros. Si de veras me amáis, os sentiréis gozosos porque me voy para estar con el Padre, y él es mayor que yo.


pero el mundo ha de saber que yo amo al Padre, y que todo lo que hago es lo que el Padre me ha ordenado. Venid, vámonos de aquí.


Sí, yo he venido del Padre para estar en el mundo; pero ahora tengo que dejar este mundo para regresar al Padre.


Después de estas cosas levantó Jesús la mirada al cielo, y oró diciendo: Padre, la hora ha llegado. Glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti


Ellos, al igual que yo, no pertenecen a este mundo.


les he dado a conocer quién eres, y se lo daré a conocer todavía más, a fin de que el mismo amor que tú me tienes llegue a estar en ellos como yo lo estoy.


Ahora pues, Padre, glorifícame junto a ti, con aquella misma gloria que yo tenía estando contigo desde antes de la fundación del mundo. Jesús ora por sus discípulos


Jesús, que sabía de antemano lo que había de acontecer, les salió al encuentro y les preguntó: ¿A quién buscáis?


Después, sabiendo que su obra estaba consumada, y para que se cumplieran las Escrituras, Jesús exclamó: ¡Tengo sed!


y luego, como ya se acercaba la fiesta judía de la Pascua, subió Jesús a Jerusalén.


Eran los días anteriores a la celebración de la Pascua, la gran fiesta judía.


Entonces los dirigentes judíos trataron de arrestarlo, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.


Por eso les respondió: Todavía no me ha llegado el momento de ir allá; pero id vosotros, que podéis hacerlo cuando queráis.


Estas cosas las dijo Jesús en el lugar de las ofrendas, cuando estaba enseñando públicamente en el templo; pero nadie le arrestó, porque aún no había llegado su hora. Yo no soy de este mundo


Pero, a pesar de todo, nuestra victoria es total y definitiva gracias al amor de Jesucristo.


Él os mantendrá firmes hasta el fin, para que nadie pueda culparos de nada a su regreso.


Porque si mantenemos con firmeza la confianza que teníamos al principio, participaremos de las riquezas de Cristo.


Pero Cristo, como Hijo de Dios, tiene plena autoridad sobre su propia casa, la cual somos nosotros, los creyentes, si mantenemos con firmeza nuestra confianza y nos gloriamos en nuestra esperanza. Advertencia contra la incredulidad


Lo que de veras anhelamos es que todos y cada uno de vosotros mantengáis durante toda vuestra vida la misma solicitud que hasta ahora habéis manifestado, y que obtengáis la recompensa esperada.


Por lo tanto, con inteligencia y sobriedad, poned la plenitud de vuestra esperanza en la gracia que Dios derramará sobre vosotros el día de la revelación de Jesucristo.


Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero.


y de Jesucristo, el fiel testigo de la verdad. Él ha sido el primero en levantarse de los muertos para no volver a morir, y su soberanía se extiende sobre todos los reyes de la tierra. Movido por su amor infinito lavó con su sangre nuestros pecados,