Entonces Jesús les mandó severamente que no contasen a nadie lo sucedido, y les dijo que dieran de comer a la niña.
Juan 11:44 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) Y Lázaro, el que estaba muerto, salió, atados los pies y las manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. ¡Desatadlo y dejadlo ir! ordenó Jesús. La conspiración para matar a Jesús Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. Biblia Nueva Traducción Viviente Y el muerto salió de la tumba con las manos y los pies envueltos con vendas de entierro y la cabeza enrollada en un lienzo. Jesús les dijo: «¡Quítenle las vendas y déjenlo ir!». Biblia Católica (Latinoamericana) Y salió el muerto. Tenía las manos y los pies atados con vendas y la cabeza cubierta con un velo. Jesús les dijo: 'Desátenlo y déjenlo caminar. La Biblia Textual 3a Edicion Y el que había muerto salió, atados los pies y las manos con vendas. Y su rostro había sido envuelto en un sudario. Jesús les dice: ¡Desatadlo y dejadlo ir! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salió el muerto, con los pies y las manos atadas con vendas, y con el rostro envuelto en un sudario. Díceles Jesús: 'Desatadlo y dejadle que camine'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas; y su rostro estaba envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir. |
Entonces Jesús les mandó severamente que no contasen a nadie lo sucedido, y les dijo que dieran de comer a la niña.
Pero hubo uno que se presentó con la misma suma de dinero que había recibido, y lo explicó así: 'Yo guardé tu dinero en un pañuelo, con todo cuidado,
Al punto, el joven se incorporó y se puso a hablar, y Jesús se lo entregó a la madre.
Jesús ordenó: Quitad la piedra.Entonces Marta, la hermana del que había muerto, exclamó: ¡Pero Señor, ya hiede! ¡Hace cuatro días que murió!
Entre ambos tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en lienzos impregnados en aquellas especias aromáticas, como acostumbraban a sepultar los judíos.
Se inclinó para mirar dentro, y vio que los lienzos estaban allí, en el suelo, pero no entró.
y vio también el sudario que había envuelto la cabeza de Jesús, no en el suelo sino enrollado a un lado.
Así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo puede dar vida a quienes quiera dársela.
Y además os aseguro que la hora está llegando (o mejor, ya ha llegado) cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la escuchen, vivirán.
para que él, con el mismo poder con que domina todas las cosas, transforme este cuerpo nuestro humilde en un cuerpo glorioso semejante al suyo.
y vivo, aunque estuve muerto. Vivo por toda la eternidad, y tengo en mi poder las llaves del infierno y de la muerte.