Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Jacobo, hijo de Alfeo, y Tadeo;
Juan 1:45 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) vio más tarde a Natanael y le dijo: Hemos encontrado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y a quien se refirieron los profetas. Es Jesús, el hijo de José, el de Nazaret. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Biblia Nueva Traducción Viviente Felipe fue a buscar a Natanael y le dijo: —¡Hemos encontrado a aquel de quien Moisés y los profetas escribieron! Se llama Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Biblia Católica (Latinoamericana) Felipe se encontró con Natanael y le dijo: 'Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la Ley y también los profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret. La Biblia Textual 3a Edicion Felipe halla a Natanael y le dice: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley y los profetas: a Jesús, hijo de José, el de Nazaret. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Felipe se encuentra con Natanael y le dice: 'Hemos encontrado a aquel de quien escribieron Moisés, en la ley, y los profetas: a Jesús, hijo de José, el de Nazaret'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a Aquél de quien escribió Moisés en la ley, y los profetas: a Jesús de Nazaret, el hijo de José. |
Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Jacobo, hijo de Alfeo, y Tadeo;
¿No es este el hijo del carpintero y de María, el hermano de Santiago, José, Simón y Judas? a
a una ciudad llamada Nazaret, en la cual se quedó a vivir, para que se cumpliese lo que habían anunciado los profetas: que el niño sería llamado nazareno.
y vio a Pedro calentándose junto al fuego. Le miró atentamente y dijo en voz alta: Tú eres uno de los que andaban con Jesús el nazareno.
¿No es éste el carpintero, el hijo de María, el hermano de Jacobo, José, Judas y Simón? ¿Y no son sus hermanas estas que están aquí con nosotros?Y se escandalizaban a causa de Jesús.
Por esa razón, José, que era del linaje de David, tuvo que viajar desde Nazaret, un pueblo de Galilea, a Belén, la ciudad de David, en Judea.
Al verlo en aquel lugar, sus padres se quedaron asombrados, y su madre le dijo: Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? ¡Tu padre y yo hemos estado buscándote por todas partes, llenos de angustia!
En seguida, a partir de Moisés y continuando por todos los profetas, les fue explicando lo que las Escrituras decían acerca de él.
Cuando aún estaba con vosotros, os dije que tenía que cumplirse todo lo que se ha escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.
Tenía Jesús unos treinta años de edad cuando dio principio a su ministerio público, y era conocido como hijo de José.José era hijo de Elí,
Todos los presentes aprobaban lo que él les decía, y las palabras admirables que salían de sus labios los tenían llenos de asombro, y se preguntaban: ¿Pero no es éste el hijo de José?
que se dirigieron a Felipe, que era natural de Betsaida de Galilea, y le dijeron: Señor, quisiéramos conocer a Jesús.
Ellos entre los cuales estaba Judas respondieron: Buscamos a Jesús de Nazaret. Yo soy.
De nuevo les preguntó Jesús: ¿A quién buscáis? A Jesús de Nazaret volvieron a decir.
Pilato mandó clavar en la cruz un rótulo que decía: 'Jesús de Nazaret, rey de los judíos',
Sucedió que estaban reunidos Simón Pedro, Tomás el Dídimo, Natanael el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos de Jesús.
Decían: ¿Pero no es éste Jesús, el hijo de José? ¿Cómo se atreve a decir que ha bajado del cielo, cuando nosotros conocemos a su padre y a su madre?
Cuando Jesús miró hacia la ladera del monte y vio aquella muchedumbre que le había seguido, le dijo a Felipe, uno de sus discípulos: ¿Dónde podríamos comprar pan para dar de comer a toda esa gente?
Respondió Felipe: ¡Ni siquiera doscientos denarios bastarían para que cada uno pudiese comer un poco!
Y, sin duda, también sabéis que Dios ungió con el Espíritu Santo y dotó con su propia autoridad a Jesús de Nazaret, el cual anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que padecen bajo la opresión del diablo, porque Dios estaba con él.
¡Israelitas, oíd esto que voy a deciros! Como bien sabéis, Dios acreditó en vuestra presencia a Jesús de Nazaret con las maravillas, milagros y prodigios que realizó por medio de él;
Pregunté entonces: '¿Quién eres, Señor?' La voz me respondió: 'Yo soy Jesús de Nazaret, a quien tú persigues'.
En verdad yo antes creía que era mi deber acabar con los que invocan el nombre de Jesús de Nazaret.
No puedo darte dinero, porque no lo tengo; pero te puedo dar otra cosa. ¡En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y empieza a andar!