Los que crean y se bauticen, serán salvos; pero el que no crea, será condenado.
1 Juan 5:12 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) Por lo tanto, el que tiene al Hijo de Dios tiene en él la vida; el que no tiene al Hijo no tiene la vida. Observaciones finales Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Biblia Nueva Traducción Viviente El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Biblia Católica (Latinoamericana) El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. La Biblia Textual 3a Edicion El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El que tiene al Hijo tiene la vida. El que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. |
Los que crean y se bauticen, serán salvos; pero el que no crea, será condenado.
Pero a todos los que la recibieron, a los que creen en su nombre, les concedió el privilegio de poder ser hechos hijos de Dios.
El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios estará sobre su cabeza.
Os aseguro esto: El que escucha mi mensaje y cree a Dios, que me envió, tiene vida eterna; y nunca caerá en condenación a causa de sus pecados, porque ha pasado de la muerte a la vida.
Por eso, porque Dios así lo ha querido, vosotros estáis unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha constituido para nosotros en sabiduría, justificación, santificación y redención.
Con Cristo estoy crucificado, y ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Y esta vida verdadera que ahora vivo es el resultado de mi fe en el Hijo de Dios, que me amó y se entregó a muerte por mí.
Porque si mantenemos con firmeza la confianza que teníamos al principio, participaremos de las riquezas de Cristo.
Todo aquel que habiendo perdido el rumbo se aparta de la enseñanza de Cristo y no persevera en ella, se aparta también de Dios. Para tener al Padre y al Hijo es preciso permanecer fielmente en la enseñanza de Cristo.