Todas las cosas me han sido confiadas por mi Padre. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
1 Juan 2:13 - Biblia Castellano Antiguo (Nuevo Testamento) Os escribo a vosotros, padres, porque en verdad conocéis a Cristo, que existe desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis luchado contra el maligno y lo habéis vencido.Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis llegado a conocer a Dios, nuestro Padre. Plis vèsyonBiblia Reina Valera 1960 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Biblia Nueva Traducción Viviente Les escribo a ustedes, los que son maduros en la fe, porque conocen a Cristo, quien existe desde el principio. Les escribo a ustedes, los que son jóvenes en la fe, porque han ganado la batalla contra el maligno. Biblia Católica (Latinoamericana) Esto les escribo, padres: ustedes conocen al que es desde el principio.
Esto les escribo, jóvenes: ustedes han vencido al Maligno. La Biblia Textual 3a Edicion Os escribo, padres, porque habéis conocido al que es desde un principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os escribo, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Os escribo a vosotros, padres, porque habéis conocido a Aquél que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. |
Todas las cosas me han sido confiadas por mi Padre. Nadie conoce al Hijo, sino el Padre; y nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
La semilla caída junto al camino representa la palabra del reino de los cielos, la cual llega a algunas personas, que la oyen pero no la entienden; entonces viene el Maligno, y les quita lo que tenían sembrado en el corazón.
el terreno es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al reino, y la cizaña son los que pertenecen al Maligno.
Cuando vosotros habléis, dec/id sencillamente 'Sí, sí' o 'No, no', pues lo que pasa de esto procede del mal. Ojo por ojo
Mi Padre me ha encomendado todas las cosas, y nadie sabe quién es el Hijo excepto el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se lo quiera revelar.
Si supierais quién soy yo, sabríais también quién es mi Padre, al que desde ahora conocéis y habéis visto.
Respondió Jesús: Felipe, ¿todavía no sabes quién soy, después del tiempo que he estado con vosotros? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre, ¿cómo, pues, dices que os muestre al Padre?
Os he dicho todas estas cosas para que en mí encontréis vuestra paz. Siempre tendréis en el mundo pruebas que os afligirán, pero confiad en mí, porque yo he vencido al mundo.
Mi ruego es que todos permanezcan unidos: que así como tú, Padre, permaneces unido a mí, y yo a ti, que también ellos permanezcan unidos a nosotros.
En esto consiste la vida eterna: en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado a este mundo.
¿Dónde está tu padre? le preguntaron, y él dijo: Vosotros no sabéis quién es mi Padre, ni sabéis tampoco quién soy yo. Si supierais quién soy yo, sabríais también quién es mi Padre.
Porque Dios, que ordenó a la luz resplandecer de las tinieblas, ha llenado de luz nuestro corazón para que podamos reconocer en el rostro de Jesucristo el esplendor de la propia gloria de Dios.
No reprendas nunca al anciano, sino exhórtale con respeto, como a un padre. A los jóvenes trátalos como a hermanos;
De igual forma, exhorta a los jóvenes a que sean sensatos y se tomen la vida en serio.
Lo que existía desde el principio de todas las cosas, lo que oímos, lo que vimos con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos, eso es la Palabra de vida.
Hijitos míos, os escribo estas cosas para que no pequéis. Pero si alguno ha pecado, tenemos un abogado ante el Padre: Jesucristo el justo,
Estas cosas os escribo, hijitos, porque Dios ha perdonado vuestros pecados en el nombre de Jesús.
Os he escrito, pues, a vosotros, padres, porque habéis conocido a Cristo, que existe desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, porque el mensaje de Dios ha arraigado en vuestros corazones y porque habéis luchado contra el maligno y lo habéis vencido. No amemos al mundo
No hagamos como Caín, que era del Maligno y asesinó a Abel, su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Tan sólo por envidia: porque sus actos eran malos a los ojos de Dios, mientras que los de Abel eran buenos.
Hijitos, vosotros sois de Dios y habéis vencido a los enemigos de Cristo, porque el Espíritu que está en vosotros es mayor que el espíritu que está en el mundo.
Sabemos que nadie nacido de Dios practica el pecado, porque Cristo, el Hijo de Dios, le protege y no permite que el maligno le toque.
pero nos consta que Cristo, el Hijo de Dios, ha acudido en nuestro auxilio, y que nos ha dado la necesaria inteligencia para conocer al Dios verdadero. Y en él estamos, en el verdadero, porque estamos en su Hijo Jesucristo. ¡Él es el Dios verdadero y la vida eterna!
Ellos lo vencieron por la sangre del Cordero y por el testimonio que dieron despreciando su propia vida hasta la muerte.
El que pueda oir, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. 'Al vencedor le daré a comer del fruto del árbol de la vida, que está en medio del paraíso de Dios'. A la iglesia de Esmirna