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Juan 1:11 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

11 La Palabra vino a vivir a este mundo, pero su pueblo no la aceptó.

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Tuilleadh tionndaidhean

Biblia Reina Valera 1960

11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Vino a los de su propio pueblo, y hasta ellos lo rechazaron;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Vino a su propia casa, y los suyos no lo recibieron;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 A lo suyo° vino, y los suyos no lo recibieron,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Ella vino a los suyos, y los suyos no la recibieron.

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Juan 1:11
17 Iomraidhean Croise  

»Pero la gente de aquel país no quería a este príncipe, así que envió a un grupo de personas con este mensaje para el emperador: “No queremos que este hombre sea nuestro rey.”


y habla de lo que ha visto y oído en el cielo. Sin embargo, muchos no quieren creer en lo que él dice.


Jesús respondió: —Dios me envió para ayudar solo a los israelitas, pues ellos son para mí como ovejas perdidas.


Pues Cristo vino y sirvió a los judíos, para mostrar que Dios es fiel y cumple las promesas que les hizo a nuestros antepasados.


Pero Pablo y Bernabé les contestaron con mucha valentía: «Nuestra primera obligación era darles el mensaje de Dios a ustedes los judíos. Pero como ustedes lo rechazan y no creen merecer la vida eterna, ahora les anunciaremos el mensaje a los que no son judíos.


Ellos pertenecen al pueblo de Dios. Y el Mesías, como hombre, pertenece a ese mismo pueblo. Él gobierna sobre todas las cosas, y es Dios. ¡Alabado sea Dios por siempre! Amén.


Pero, cuando llegó el día señalado por Dios, él envió a su Hijo, que nació de una mujer y se sometió a la ley de los judíos.


»Pónganme atención, amigos israelitas descendientes de Abraham. Y pónganme atención también ustedes, los que obedecen a Dios aunque no son israelitas. Este mensaje de salvación es para todos nosotros.


Yo creo en Jesucristo, y por eso digo la verdad. El Espíritu Santo me guía, y en lo más profundo de mi ser me asegura que no miento.


Aquel que es la Palabra estaba en el mundo. Dios creó el mundo por medio de aquel que es la Palabra, pero la gente no lo reconoció.


Pero aquellos que la aceptaron y creyeron en ella, llegaron a ser hijos de Dios.


Después le dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y a partir de ese momento, el discípulo llevó a María a su propia casa.


Luego nos despedimos de todos y subimos al barco, y ellos regresaron a sus casas.


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