Biblia Todo Logo
Bìoball air-loidhne

- Sanasan -





1 Juan 4:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

9 Dios nos dio muestras de su amor al enviar al mundo a Jesús, su único Hijo, para que por medio de él todos nosotros tengamos vida eterna.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac


Tuilleadh tionndaidhean

Biblia Reina Valera 1960

9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Dios mostró cuánto nos ama al enviar a su único Hijo al mundo, para que tengamos vida eterna por medio de él.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Miren cómo se manifestó el amor de Dios entre nosotros: Dios envió a su Hijo único a este mundo para que tengamos vida por medio de él.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac

La Biblia Textual 3a Edicion

9 En esto fue manifestado el amor de Dios en° nosotros: En que Dios envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por medio de Él.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios envió al mundo a su Hijo, al Unigénito, para que vivamos por él.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac




1 Juan 4:9
27 Iomraidhean Croise  

»Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.


Y lo que Dios ha dicho es que él nos ha dado vida eterna, y que tendremos esa vida si creemos en su Hijo.


Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas.


»Mi Padre, el Dios de la vida, fue el que me envió y me dio vida, pues tiene poder para darla. Por eso, todo el que coma mi cuerpo tendrá vida eterna.


El verdadero amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo, para que nosotros fuéramos perdonados por medio de su sacrificio.


Pero nosotros sabemos lo que es el amor, porque Jesucristo dio su vida por nosotros. Así también nosotros, debemos dar nuestra vida por nuestros hermanos en Cristo.


»Cuando el ladrón llega, se dedica a robar, matar y destruir. Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente.


»El que cree en mí, que soy el Hijo de Dios, no será condenado por Dios. Pero el que no cree ya ha sido condenado, precisamente por no haber creído en el Hijo único de Dios.


Porque nunca Dios le dijo a ningún ángel: «Tú eres mi Hijo; desde hoy soy tu padre.» Tampoco dijo de ningún ángel: «Yo seré para él como un padre, y él será para mí como un Hijo.»


Jesús les respondió: —Si en verdad Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque yo vengo del cielo, donde está Dios. Yo no vine por mi propia cuenta, sino que Dios me envió.


«El Espíritu de Dios está sobre mí, porque me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para anunciar libertad a los prisioneros, para devolverles la vista a los ciegos, para rescatar a los que son maltratados


»Sólo le quedaba su hijo, a quien amaba mucho. Finalmente decidió enviarlo, pues pensó: “A mi hijo sí lo respetarán”.


Sabemos y creemos que Dios nos ama, porque Dios es amor. Cualquiera que ama a sus hermanos está íntimamente unido a Dios.


Jesús le respondió: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Sin mí, nadie puede llegar a Dios el Padre.


Jesús respondió: —Lo único que Dios quiere es que crean en mí, que soy a quien él envió.


Mi Padre nunca me ha abandonado, pues yo siempre hago lo que a él le agrada.


para que todos me honren como lo honran a él. Cuando alguien no me honra, tampoco honra a mi Padre, que me envió.


Voy a dar a conocer lo que Dios ha decidido. Él me dijo: «Tú eres mi hijo; desde hoy soy tu padre.


Jesús les respondió: —Ni él ni sus padres tienen la culpa. Nació así para que ustedes vean cómo el poder de Dios lo sana.


Les escribo esto a ustedes, que confían en el Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna.


Lean sinn:

Sanasan


Sanasan