Biblia Todo Logo
Bìoball air-loidhne

- Sanasan -





Génesis 34:24 - La Biblia Textual 3a Edicion

24 Y todos los que salían a la puerta de su ciudad obedecieron a Hamor y a su hijo Siquem, y fue circuncidado todo varón, cuantos salían a la puerta de su ciudad.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac


Tuilleadh tionndaidhean

Biblia Reina Valera 1960

24 Y obedecieron a Hamor y a Siquem su hijo todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac

Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Todos los hombres del consejo estuvieron de acuerdo con Hamor y Siquem, y todos los varones de la ciudad fueron circuncidados.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Todos los que salían por la puerta de la ciudad se dejaron convencer por Hamor y su hijo Siquem, y todos los varones de la ciudad se hicieron circuncidar.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Todos los que salían por la puerta de la ciudad escucharon a Jamor y a su hijo Siquén. Y fueron circuncidados todos los varones, todos los que salían por la puerta de la ciudad.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

24 Y obedecieron a Hamor y a Siquem, su hijo, todos los que salían por la puerta de la ciudad, y circuncidaron a todo varón, a cuantos salían por la puerta de su ciudad.

Faic an caibideil Dèan lethbhreac




Génesis 34:24
8 Iomraidhean Croise  

Y Efrón habitaba en medio de los hijos de Het. Y respondió Efrón el heteo a Abraham, a oídos de los hijos de Het, y de todos los que entraban por la puerta de su ciudad, diciendo:


La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino la observancia de los mandamientos de Dios.


No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas a los cerdos,° no sea que las pisoteen con sus patas y se vuelvan y os despedacen.


quedaron en posesión de Abraham, a la vista de los hijos de Het y de todos los que entraban por la puerta de su ciudad.


Entonces, en ese mismo día, Abraham tomó a Ismael su hijo, y a todos los nacidos en su casa, y a todos los comprados con su dinero, a todo varón entre las gentes de la casa de Abraham, y circuncidó la carne de su prepucio, como le había dicho ’Elohim.


¿Acaso no llegarán a ser nuestros su ganado, y su hacienda y todos sus animales? Sólo convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.


Lean sinn:

Sanasan


Sanasan