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Marcos 14:18 - NT Traducción Contemporánea de la Biblia

18 Cuando estaban sentados a la mesa comiendo, Jesús dijo: – En verdad les digo que uno de ustedes me entregará, el que está comiendo conmigo.

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Biblia Reina Valera 1960

18 Y cuando se sentaron a la mesa, mientras comían, dijo Jesús: De cierto os digo que uno de vosotros, que come conmigo, me va a entregar.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Mientras estaban a la mesa, comiendo, Jesús dijo: «Les digo la verdad, uno de ustedes que está aquí comiendo conmigo me traicionará».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Y mientras estaban a la mesa comiendo, les dijo: 'Les aseguro que uno de ustedes me va a entregar, uno que comparte mi pan.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 y estando ellos reclinados° a la mesa y comiendo, Jesús dijo: De cierto os digo que uno° de vosotros, que está comiendo conmigo, me entregará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Y mientras estaban a la mesa comiendo, Jesús dijo: 'Os aseguro que uno de vosotros me entregará, uno que está comiendo conmigo'.

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Marcos 14:18
36 Tagairtí Cros  

Y mientras comían, Él les dijo: – La verdad es que uno de ustedes me entregará.


En verdad les digo, toda la ley se cumplirá y nada pasará por alto hasta que todo se cumpla.


Cuando ayunen, no pongan la cara triste, como los hipócritas, ya que ellos desfiguran sus rostros para aparentar ante los hombres que están ayunando; de cierto les digo, ellos ya recibieron su propia recompensa.


Cuando ayuden a los necesitados, o hagan una buena acción, no lo publiquen, ni tampoco lo anuncien demasiado, porque esto es lo que hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, dan limosnas para ser vistos y alabados por los hombres. La intención de sus corazones es la fama y no tanto hacer el bien; de cierto les digo, esta es la única recompensa que ellos van a recibir.


Cuando oren no sean como los hipócritas, pues a ellos les gusta orar de pie, haciendo escándalo, tanto en las sinagogas como en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres y recibir elogios de que son personas espirituales; de cierto les digo, que ya han recibido su propia recompensa.


En verdad les digo, cualquiera que no reciba el reino de Dios con la actitud de un niño, de ningún modo entrará en él.


Jesús contestó: – En verdad les digo, que todo el que haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o tierras por mi causa y por el Evangelio,


Al anochecer, Jesús llegó con los apóstoles.


Se pusieron muy tristes, y empezaron a decir uno por uno: – ¿Acaso soy yo?


En verdad les digo que ya no beberé más del fruto de la vid, hasta el día que yo lo beba de nuevo en el reino de Dios.


En verdad les digo: dondequiera que se predique el Evangelio en todo el mundo, también se contará lo que ella hizo para recordarla.


En verdad, en verdad les digo que todo pecado les será perdonado a los seres humanos, incluyendo también las blasfemias;


Si en un lugar no los reciben bien o no los escuchan, cuando salgan de allí sacudan el polvo de sus sandalias, para que conste que rechazaron las buenas noticias.


Él se molestó demasiado y dijo: – ¿Por qué esta generación busca una señal? Pues les digo que sí será dada una señal a esta generación.


Añadió: – En verdad les digo que hay algunos de los que están aquí, que no morirán hasta que vean el reino de Dios establecido con poder.


Cualquiera que les dé un vaso de agua, en mi nombre, ya que ustedes son de Cristo, en verdad les digo que esta persona tendrá una recompensa.


desde la sangre de Abel, hasta la sangre de Zacarías, el que fue muerto entre el altar de los sacrificios y el edificio del templo. Les aseguro que esta generación pagará por todo eso.


Jesús añadió: – Miren, la persona que me va a entregar está sentada conmigo a la mesa.


Y añadió: – En verdad les digo que ningún profeta es reconocido en su propia tierra.


Jesús continuó diciendo: – De cierto, de cierto les digo que verán el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando sobre el Hijo del Hombre.


No me refiero a todos ustedes; yo sé a quiénes elegí, pero para que la Escritura se cumpla: “El que compartió el pan conmigo, se volvió en contra mía”.


Jesús, habiendo dicho estas cosas, se entristeció en su espíritu y declaró: – En verdad, en verdad les digo que uno de ustedes me entregará.


Los discípulos se miraban mutuamente y estaban inquietos acerca de quién hablaba.


Jesús replicó: – ¿Tú darías la vida por mí? En verdad, en verdad te digo, antes de que el gallo cante, me habrás negado tres veces.


Jesús siguió diciendo: – En verdad, en verdad te digo, cuando eras joven, te vestías y te ibas donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás tus manos y otro te vestirá, y te llevará donde no quieres ir.


En verdad, en verdad te digo, lo que conocemos hablamos, y lo que hemos visto testificamos; pero les cuesta mucho recibir nuestro testimonio.


Jesús le respondió diciendo: – En verdad, en verdad te digo, el que no nace de nuevo, no puede vivir, tampoco experimentar el reino de Dios.


– En verdad te digo, si alguien no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar al reino de Dios. – Le dijo Jesús.


Entonces Jesús les decía a los judíos: – En verdad, en verdad les digo, no puede el Hijo hacer tales cosas por sí mismo, el Hijo hace lo que el Padre hace; porque el Hijo siempre ve lo que hace su Padre y hace lo mismo.


Jesús respondió: – En verdad, en verdad les digo, me buscan no porque vieron las señales en el milagro que hice, sino porque comieron y se saciaron.


Dijo Jesús: – En verdad, en verdad les digo, no fue Moisés quien les dio el pan del cielo, sino mi Padre es quien les da a ustedes el verdadero pan del cielo.


De cierto, de cierto les digo: el que cree, tiene vida eterna.


Jesús respondió: – ¿Acaso no he escogido yo a los doce? Y uno de ustedes es el opositor.


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