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Tito 2:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

5 a ser prudentes y puras, a cuidar del hogar y a ser buenas y obedientes con sus esposos, para que nadie hable mal de la palabra de Dios.

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Biblia Reina Valera 1960

5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 a vivir sabiamente y a ser puras, a trabajar en su hogar, a hacer el bien y a someterse a sus esposos. Entonces no deshonrarán la palabra de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 a ser juiciosas y puras, a cuidar bien de su hogar, a ser buenas y obedientes a sus maridos. De este modo nadie podrá hablar mal de nuestra fe.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 a que sean prudentes, castas, dedicadas a los quehaceres domésticos, bondadosas, sumisas a sus propios maridos,° para que la palabra de Dios no sea difamada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 y a ser ponderadas, castas, dedicadas a la casa, bondadosas y sumisas a sus maridos, a fin de que no se hable mal de la palabra de Dios.

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Tito 2:5
22 Tagairtí Cros  

―¿Dónde está tu esposa Sara? —le preguntaron. ―En la carpa —contestó Abraham.


Luego Dios le dijo a la mujer: ―Haré que sufras bastante durante tus embarazos y que al tener tus hijos sientas mucho dolor. Y a pesar de eso, seguirás deseando a tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.


Pero le has dado a los enemigos del Señor la oportunidad de despreciarlo y blasfemar contra él. Por eso, el niño morirá.


¿Hasta cuándo, oh Dios, permitirás que tus enemigos se burlen de ti? ¿Les permitirás que insulten tu nombre por siempre?


Escandalosa y desvergonzada, que no puede quedarse en su casa.


En la ciudad de Jope vivía una mujer llamada Tabita (que significa Dorcas), discípula que siempre estaba haciendo algo por los demás, especialmente por los pobres.


Pedro accedió. Al llegar, lo llevaron a la sala donde reposaba el cadáver de Dorcas. El cuarto estaba lleno de viudas que lloraban mientras mostraban las túnicas y vestidos que Dorcas había hecho.


No hagas nada por lo cual se te pueda criticar, ni aun cuando sepas que es bueno.


No en vano está escrito: «El mundo ofende a Dios por culpa de ustedes».


Pero hay algo que deseo recordarles: Cristo es la cabeza de todo hombre, mientras que el hombre es cabeza de la mujer y Dios es la cabeza de Cristo.


Las mujeres deben guardar silencio en las iglesias, pues no les está permitido hablar. Deben estar sumisas, como lo declaran las Escrituras.


Así que, repito, el esposo debe amar a su esposa como a sí mismo; y la esposa debe respetar a su esposo.


Esposas, sométanse a sus esposos, porque así lo ha dispuesto el Señor.


Tiene que haberse labrado una sana reputación por sus buenas obras, como por ejemplo, haber educado bien a sus hijos, haber sido hospitalaria, haber lavado los pies de los que son del pueblo santo, haber brindado ayuda a los que sufren y haber sido bondadosa en todo.


Todos los que aún son esclavos deben reconocer que sus amos son dignos de respeto. Así evitarán que se hable mal del nombre de Dios y de nuestra doctrina.


Han de enseñar a las jóvenes a amar a sus esposos e hijos,


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