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Sofonías 1:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 »Gritos pidiendo auxilio se oirán en aquel día desde la puerta del barrio llamado Los Pescados, aullidos desde el Barrio Nuevo, y un bullicio espantoso desde las colinas, dice el Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y habrá en aquel día, dice Jehová, voz de clamor desde la puerta del Pescado, y aullido desde la segunda puerta, y gran quebrantamiento desde los collados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 »En ese día —dice el Señor— vendrá un grito de alarma desde la puerta del Pescado y el eco resonará por todo el Barrio Nuevo de la ciudad. Un gran estrépito se oirá desde las colinas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Ese día, lo asegura Yavé, un tremendo clamor saldrá de la Puerta del Pescado; aullidos de la ciudad nueva, y un ruido espantoso de los cerros vecinos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Aquel día, dice YHVH, se escuchará un clamor desde la Puerta del Pescado, un gemir desde el Barrio Nuevo, y un gran lamento desde las colinas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Aquel día -oráculo de Yahveh- se oirá gran clamor desde la puerta de los Peces, lamentos desde la ciudad nueva, enorme estruendo desde las colinas.

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Sofonías 1:10
18 Tagairtí Cros  

Pero David los derrotó y capturó la ciudadela de Sion, que luego se llamó la Ciudad de David.


David estableció su sede en la fortaleza de Sion, a la cual llamó Ciudad de David. Además, le construyó alrededor una muralla, desde Milo hasta el palacio.


Así que el sumo sacerdote Jilquías, Ajicán, Acbor, Safán y Asaías fueron a consultar a la profetisa Huldá, que vivía en el sector nuevo de Jerusalén. Huldá era esposa de Salún hijo de Ticvá y nieto de Jarjás, encargado del vestuario del palacio.


Por fin se inició la construcción del templo del Señor. Su ubicación fue en Jerusalén, en la parte alta del monte Moria, donde el Señor se le apareció al rey David, padre de Salomón, es decir, en el terreno de Ornán el jebuseo. Ese fue el lugar que David escogió.


De esta manera el Señor salvó a Ezequías y al pueblo de Jerusalén. Y por fin hubo paz en su reino.


Después de esto, Manasés reedificó la muralla exterior de la ciudad de David, muralla que va desde el occidente del valle de Guijón, en el arroyo de Cedrón, hasta la puerta del Pescado, y rodeaba la colina de Ofel. También estableció comandancias militares en todas las ciudades fortificadas de Judá.


Jilquías y los demás fueron a consultar a la profetisa Huldá, esposa de Salún hijo de Ticvá, y nieto de Jarjás (Salún era el encargado de cuidar los vestidos del rey, y vivía en el segundo barrio). Cuando le contaron la inquietud del rey,


Luego pasamos por encima de la puerta de Efraín, por la puerta Vieja, y seguimos por la puerta del Pescado, la torre de Jananel y la torre de los Cien. Luego seguimos adelante hasta la puerta de las Ovejas y nos detuvimos en la puerta de la Cárcel.


Los hijos de Sená reconstruyeron la puerta de los Pescados. Ellos lo hicieron todo: cortaron las vigas, colocaron las puertas e hicieron los cerrojos y las barras.


Dan rugidos como osos hambrientos; se quejan con gemidos lastimeros como palomas. Buscan a Dios para que los proteja, pero él se abstiene, él les ha vuelto la espalda,


Dos años después, en el mes de julio, abrieron una brecha en la muralla, por la cual entraron y la ciudad cayó rendida.


Entonces escuché un gran llanto y gemidos, como de parturienta primeriza. ¡Es el clamor de mi pueblo jadeante que suplica socorro, vencido por el enemigo!


Cuando sus muertos estén esparcidos entre sus ídolos y altares sobre cada colina y montaña y bajo cada árbol verde y cada gran roble donde ellos ofrecían perfumes delicados a sus dioses, esas basuras inmundas, se darán cuenta que sólo yo soy Dios.


El día que lo castigue, en el templo se entonarán cantos fúnebres en vez de alabanzas alegres. Serán tantos los muertos que habrá cadáveres por todas partes, y serán sacados fuera de la ciudad en silencio, con mucha pesadumbre. Lo ha dicho Dios el Señor.


En ese día se descargará toda la cólera de Dios; será un día de angustia y dolor, día marcado por la ruina y la desolación, de terrible oscuridad, de nubarrones y neblina de pesar.


»¡Debe guardarse un silencio respetuoso en la presencia de Dios el Señor! Ha llegado el día terrible de su juicio. Ha preparado una gran matanza contra su pueblo, y ha escogido a sus convidados.


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