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Salmos 96:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Cantemos sus alabanzas. Bendigamos su nombre, cada día proclamemos las buenas noticias de que él salva.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Cantad a Jehová, bendecid su nombre; Anunciad de día en día su salvación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Canten al Señor, alaben su nombre; cada día anuncien las buenas noticias de que él salva.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Canten al Señor, bendigan su nombre, su salvación anuncien día a día.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 ¡Cantad a YHVH, bendecid su Nombre! Proclamad de día en día las buenas nuevas de su salvación;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 aclamad al Señor y bendecid su nombre, anunciad su salvación día tras día;

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Salmos 96:2
16 Tagairtí Cros  

Entonces David se dirigió a todo el pueblo y le dijo: «¡Alaben al Señor su Dios!». Ellos lo hicieron así, inclinándose a tierra delante del Señor y del rey.


Bendigan al Señor, ustedes sus ángeles, ustedes poderosas criaturas que escuchan y cumplen cada uno de sus mandatos.


Todas tus obras, Señor, te alabarán, y tus fieles te bendecirán.


y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.


No he ocultado esta buena noticia en mi corazón, sino que he proclamado tu fidelidad y tu salvación. Les he hablado a todos en la asamblea de tu gran amor y tu fidelidad.


A todos les contaré de tu justicia, y todo el día les hablaré de tu poder salvador. Aunque has hecho tanto por mí que no lo puedo entender.


¡Oh heraldo de buenas noticias, grítale a Jerusalén desde la cumbre de los montes! ¡Grítale más alto! ¡Sin temor! Diles a las ciudades de Judá: «¡Ya viene Dios!».


Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura.


»Hermanos, descendientes de Abraham, y cualquier gentil que reverencie a Dios: esta salvación es para todos nosotros.


Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos porque pertenecemos a Cristo.


Y todas las criaturas del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, exclamaron: «¡Que la alabanza, la honra, la gloria y el poder sean por siempre para el que está sentado en el trono y para el Cordero!».


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