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Salmos 7:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 En tus manos me he puesto, oh Señor, Dios mío, para que me salves de mis perseguidores.

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Biblia Reina Valera 1960

1 Jehová Dios mío, en ti he confiado; Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 A ti acudo en busca de protección, oh Señor mi Dios. ¡Sálvame de los que me persiguen! ¡Rescátame!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Señor, Dios mío, en ti yo me refugio, líbrame de mis perseguidores, sálvame.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Shigayón° de David, que cantó a YHVH por causa de las palabras de Cus° benjamita. ¡Oh YHVH, Dios mío, en ti me he refugiado! ¡Sálvame y líbrame de todos los que me persiguen!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Lamentación. De David. Cuando cantó a Yahveh, a propósito de Cus el benjaminita.

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Salmos 7:1
29 Tagairtí Cros  

En el Señor me encuentro protegido. ¿Cómo se atreven a decirme: «Huye a las montañas para protegerte»?


Respóndeme, oh Señor, Dios mío. ¡Devuélveles la luz a mis ojos!


Pero yo, desde ya, confío en tu gran amor. Me gozo porque tú me has salvado.


El Señor es mi fortaleza, mi roca y mi salvación; mi Dios es la roca en la que me refugio. Él es mi escudo, el poder que me salva.


Has encendido mi lámpara. Has convertido mis tinieblas en luz.


En ti confío, mi Dios. No permitas que me humillen. No dejes a mis enemigos que se alegren en mi derrota.


Retira toda acusación en contra mía, Señor; pues he procurado cumplir tus leyes y sin vacilación he confiado en ti.


«¡Levántate, oh Señor! ¡Sálvame, Dios mío!». ¡Rómpele la quijada a mi enemigo! ¡Rómpele los dientes a los malvados!


para que pudiera entonarle alegres alabanzas en vez de yacer en el silencio de la tumba. Señor, Dios mío, proseguiré expresándote mi gratitud eternamente.


Señor, Dios mío, a ti clamé y tú me devolviste la salud.


En tus manos está mi vida entera. Rescátame de quienes me persiguen implacables.


Muchos dolores sobrevienen al malvado, pero el gran amor del Señor envuelve a los que en él confían.


Allí acudiré al altar de Dios, del Dios que es la fuente de mi gozo, y lo alabaré con mi arpa. ¡Oh Dios, mi Dios!


Y él me dirá: Tú eres mi Padre, mi Dios y la roca de mi salvación.


¿Quién entre ustedes teme al Señor y obedece a su siervo? Si alguno de ustedes anduviere en tinieblas, sin un solo rayo de luz, confíe en el Señor, pónganse en las manos de su Dios.


Entonces Jeremías respondió: «¡Señor, tú sabes que es por amor a ti que padezco! Me persiguen porque les he comunicado tus mensajes. ¡No dejes que me maten! ¡Líbrame de sus garras y dales su merecido!


Pero el Señor está junto a mí como gran guerrero, y delante de él, el Poderoso, el Terrible, ellos no pueden hacer nada. No pueden derrotarme; serán avergonzados y completamente humillados, y sobre ellos caerá un castigo muy duro.


He oído los gemidos de Efraín: «Gravemente me has castigado; pero yo lo necesitaba, así como hay que amansar al ternero para el yugo. ¡Vuélveme otra vez a ti y restáurame, pues sólo tú eres el Señor, mi Dios!


Oré al Señor mi Dios y le hice esta confesión: »“Oh Señor, tú eres un Dios grande y maravilloso; tú siempre cumples tus promesas de misericordia hacia aquellos que te aman y viven según tus instrucciones.


Esta es la oración que compuso el profeta Habacuc, para que sea cantada:


Entonces ustedes podrán escapar por aquel valle, hacia Asal. Sí, huirán como lo hicieron sus antepasados hace muchos años, cuando hubo un terremoto en tiempos de Uzías, rey de Judá. Y entonces vendrá el Señor mi Dios, y todos sus santos le acompañarán.


pero los hermanos que fueron con nosotros atemorizaron al pueblo y lo desalentaron para que no entrara en la Tierra prometida. Pero por cuanto yo había seguido las órdenes del Señor mi Dios,


Por medio de Cristo, ustedes creen en Dios, que lo resucitó y lo llenó de gloria, para que ustedes pongan su fe y esperanza en Dios.


Así pues, los que sufren porque Dios así lo quiere, sigan haciendo el bien y entréguense a su Creador, porque él es fiel.


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