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Salmos 59:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 Dios mío tu amor por mí es muy grande; vendrás. Harás que yo vea la derrota de mis enemigos.

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Biblia Reina Valera 1960

10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí; Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 En su amor inagotable, mi Dios estará a mi lado y me dejará mirar triunfante a todos mis enemigos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Si mi Dios viene a mí en su bondad, me hará ver la pérdida de los que me espían.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Mi Dios, con su clemencia, acudirá a mi encuentro, ’Elohim hará que impasible vea a mis adversarios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 A ti, mi fortaleza, van mis ojos: pues Dios es mi refugio,

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Salmos 59:10
23 Tagairtí Cros  

David compuso un canto fúnebre por Saúl y Jonatán. Después ordenó que ese canto fuera enseñado a la gente de Judá. Este canto está escrito en el libro de Jaser.


Por eso no tienen miedo y pueden enfrentar victoriosamente a sus enemigos.


Con triunfo y prosperidad lo recibiste para darle el trono. Le pusiste regia corona de oro purísimo.


¡Vengan! ¡Vean las gloriosas hazañas de nuestro Dios; vean cómo derrama ruina sobre el mundo; hace cesar


Señor, guíame como lo has prometido; de otro modo, caeré bajo mis enemigos. Dime claramente qué debo hacer, qué camino tomar.


Él hará que las maldades de mis enemigos se vuelvan contra ellos mismos. Haz como lo prometiste y acaba con estos malvados.


Dios me ha rescatado de toda mi tribulación, y me ha ayudado a triunfar sobre mis enemigos.


Mis enemigos me persiguen constantemente; y muchos orgullosos me atacan.


Se reúnen y me espían; observan cada uno de mis pasos para matarme.


¡Oh fortaleza mía, a ti canto mis alabanzas porque tú eres mi refugio, mi Dios de misericordia!


¡No nos condenes por nuestros antiguos pecados! Que tus tiernas misericordias satisfagan las necesidades nuestras, pues hemos sido abatidos hasta el polvo.


Lo verás tú mismo; verás como castiga a los malvados.


Mis ojos han visto la caída de mis enemigos y mis oídos han escuchado la derrota de los malvados que están en contra mía.


Yo les responderé aun antes de que me invoquen; mientras estén aún contándome sus necesidades, yo procederé a contestar sus súplicas.


Señor, no quiero que alguna terrible calamidad caiga sobre tu pueblo. Tuyo y no mío es el plan, tuyo y no mío es el mensaje que les doy. ¡No soy yo quien quiere su condena!


¡Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación!


De acuerdo con lo que el Señor nos enseñó, nosotros les aseguramos que los que estemos vivos cuando el Señor regrese, no nos adelantaremos a los que ya estén muertos.


Y después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios mismo los restaurará, los hará fuertes, firmes, y les dará seguridad.


Dios le dará muerte algún día, o morirá en una batalla o de vejez.


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