Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 44:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Nuestros antepasados nos han contado cómo echaste a las naciones paganas de esta tierra, y nos la diste toda, extendiendo a Israel de un extremo al otro del país.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos; Afligiste a los pueblos, y los arrojaste.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Con tu poder expulsaste a las naciones paganas y entregaste toda la tierra a nuestros antepasados. Aplastaste a sus enemigos y liberaste a nuestros antepasados.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Para implantarlos, expulsaste a naciones y para extenderlos, maltrataste a pueblos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Para plantarlos, expulsaste con tu mano a las naciones, Abatiste a los pueblos, para hacerlos arraigar.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Con los propios oídos, Señor, hemos oído, los padres nos contaron la obra que en sus días acabaste, en los tiempos antiguos.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 44:2
27 Tagairtí Cros  

A mi pueblo Israel le he dado un lugar donde pueda vivir tranquilo, sin que nadie les cause daño ni los oprima, como sucedía en la época en que los jueces los gobernaban. Te libraré de todos tus enemigos, y seré yo quien te construya una casa.


Les entregó las tierras de los gentiles, cosecharon lo que otros habían plantado.


Echó a las naciones que ocupaban la tierra, y a cada tribu de Israel le dio una porción de tierra como herencia.


Un día podrán ustedes contarles a sus hijos y a sus nietos las cosas increíbles que estoy haciendo en Egipto. Les contarán cómo destruí a los egipcios, y cómo demostré que yo soy el Señor».


Los conducirás hasta tu monte y los plantarás en tu tierra, en el santuario que hiciste para que ellos vivan.


La caballería del faraón, sus jinetes y sus carros trataron de seguir a Israel a través del mar, pero el Señor hizo que las aguas del mar cayeran sobre ellos, mientras que el pueblo de Israel pasó en seco.


»Enviaré delante de ustedes avispas que expulsen a los heveos, cananeos e hititas.


Tu parte en este pacto es obedecer todos mis mandamientos. Entonces yo expulsaré de delante de ti a los amorreos, a los cananeos, a los hititas, a los ferezeos, a los heveos, y a los jebuseos.


¡Despierta, oh Señor! ¡Levántate y vístete con tu manto de fortaleza! ¡Álzate como antaño, cuando destruiste a los egipcios!


Vinieron nuestros antepasados, la conquistaron y vivieron en ella, pero se negaron a obedecerte y a cumplir tus instrucciones. No han hecho casi ninguna de las cosas que les ordenaste, por eso les has enviado este espantoso mal.


De modo que el informe de la mayoría de los exploradores fue negativo: ―La tierra está llena de guerreros, los pueblos que la habitan son poderosos,


Recuerda los días del pasado. Pregúntale a tu padre y al anciano; ellos te contarán.


El Señor desechó a otras naciones más poderosas y numerosas que ustedes, y la tierra que era de ellos se la dio a ustedes como heredad.


»Cuando el Señor te haya introducido en la Tierra prometida, como pronto lo hará, destruirá a las siguientes naciones, siete en total, todas naciones numerosas y más poderosas que tú: Los hititas, los gergeseos, los amorreos, los cananeos, los ferezeos, los heveos y los jebuseos.


Además, mientras el enemigo huía hacia Bet Jorón, el Señor les lanzó una lluvia de granizo que los siguió hasta Azeca. Murieron más hombres a causa del granizo que por las espadas de los israelitas.


Todo esto fue hecho en una sola campaña, porque el Señor Dios de Israel estaba peleando por su pueblo.


Josué, pues, tomó posesión de toda la tierra como Dios le había ordenado a Moisés. Se la entregó al pueblo de Israel como herencia, y la dividió entre las tribus. Finalmente la tierra reposó de todas las guerras.


De este modo el Señor le dio a Israel toda la tierra que le había prometido a sus antepasados, y ellos entraron y la conquistaron, y vivieron allí.


Envié delante de ustedes avispas para quitarles del paso a los dos reyes de los amorreos y su pueblo. No fue con sus espadas ni con sus arcos con los que obtuvieron ustedes la victoria.


Hoy sabrán en forma cierta que el Dios vivo está entre nosotros y que él expulsará a los cananeos, a los hititas, a los heveos, a los ferezeos, a los gergeseos, a los jebuseos y a los amorreos, pueblos que ahora viven en la tierra que ustedes van a ocupar.


―Señor mío —replicó Gedeón—, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ocurre todo esto, y dónde están las maravillas que nuestros antepasados dicen que Dios hizo al sacarlos de Egipto? El Señor nos ha desechado y permite que los madianitas nos arruinen.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí