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Salmos 34:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

8 ¡Pongan a prueba a Dios, y verán cuán bueno es! Dichosos todos los que confían en él.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Prueben y vean que el Señor es bueno; ¡qué alegría para los que se refugian en él!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Gusten y vean cuán bueno es el Señor ¡dichoso aquel que busca en él asilo!

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 f Gustad y ved que YHVH es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el varón que se refugia en Él!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Jet. El ángel del Señor acampa en torno de los que le temen, y los salva.

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Salmos 34:8
17 Tagairtí Cros  

Él es el Ángel que me ha librado de todo mal. Que estos muchachos hagan perpetua la memoria de mi nombre y la de mis padres Abraham e Isaac, y que lleguen a ser una nación grande.


Qué dulces son tus palabras a mi paladar; son más dulces que la miel.


Bésenle los pies, antes que se encienda su ira y perezcan en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan el refugio!


Derrama tu firme amor sobre los que te conocen y otorgan tu justicia a los de recto corazón.


¡Cuán precioso es tu constante amor, Dios! Toda la humanidad se refugia a la sombra de tus alas.


Tú te las das de héroe, ¿verdad? Te alabas por este crimen que cometiste contra el pueblo de Dios.


Tú dejas mi alma más satisfecha que un delicioso banquete; te alabarán mis labios con gran júbilo.


Oh Señor Todopoderoso, son felices los que en ti confían.


Mi amado es un manzano, el mejor del huerto en comparación con cualquier otro joven. Me he sentado en su anhelada sombra y su fruto es delicioso para comer.


Aquí estoy en mi huerto, amada mía, novia mía. Reúno la mirra con las especias mías y como mi panal con la miel. Bebo mi vino con mi leche. ¡Oh, amado y amada, coman y beban! ¡Sí, beban hasta saciarse!


Festejaré a los sacerdotes con la abundancia de ofrendas que les llevarán al templo. Satisfaceré de la abundancia mía a mi pueblo, dice el Señor.


Entonces Nabucodonosor dijo: «Digno de todo elogio sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, pues envió su ángel para librar a sus servidores que confiaron en él y desobedecieron la orden del rey, y estaban dispuestos a morir antes que servir o rendir homenaje a cualquier dios que no fuera el de ellos.


¡Todos apreciarán la bondad y hermosura de Dios! ¡La felicidad del pueblo será muy grande! ¡Qué bello será todo aquello! ¡El trigo dará vigor a sus jóvenes, y el vino dulce alegrará a las muchachas!


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