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Salmos 27:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 Entonces alzaré mi cabeza, sobre todos mis enemigos que me rodean. Entonces le llevaré sacrificios y con gran gozo entonaré sus alabanzas.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean, Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces mantendré mi cabeza en alto, por encima de los enemigos que me rodean. En su santuario ofreceré sacrificios con gritos de alegría, y con música cantaré y alabaré al Señor.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Y ahora mi cabeza se levanta sobre mis enemigos que me cercan. Jubiloso en su carpa ofreceré sacrificios con aclamaciones. Quiero cantar, tocar para el Señor.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y mi cabeza será levantada sobre mis enemigos en derredor, Y en su Tienda ofreceré sacrificios con voz de júbilo. Cantaré, sí, cantaré salmos a YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Y con eso se yergue mi cabeza sobre el enemigo que me cerca. Ofreceré en su tienda sacrificios jubilosos, con cantos y salmodias al Señor.

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Salmos 27:6
38 Tagairtí Cros  

Dentro de tres días el faraón te va a sacar de la cárcel y te pondrá nuevamente en tu cargo de copero.


Tres días más tarde, el faraón hizo una fiesta para celebrar su cumpleaños. Invitó a todos sus funcionarios y a todo el personal de su palacio. Mandó a buscar al jefe de los coperos y al jefe de los panaderos. Así que los sacaron de la cárcel y los llevaron delante del faraón.


David entonó este cántico al Señor después que fue librado de Saúl y de todos sus enemigos:


Sí, tú me levantas por encima de mis enemigos, tú me libras de su violencia.


Que yo he estado con él adondequiera que ha ido y he derrotado a sus enemigos. Que yo engrandeceré aún más su nombre, para que sea uno de los hombres más famosos del mundo.


El rey Joaquín, de Judá, fue puesto en libertad de su prisión el día veintisiete del mes doce del año treinta y siete de su cautiverio. Ese era el primer año del reinado de Evil Merodac, sobre Babilonia.


«El Señor su Dios está con ustedes —declaró—. Les ha permitido estar en paz con las naciones vecinas, porque las he conquistado en el nombre del Señor, y para su pueblo.


¡Que ofrezcan sacrificios de gratitud, y canten por sus gloriosas obras!


Beberá de un arroyo junto al camino, y por lo tanto cobrará nuevas fuerzas.


Acepta la expresión de mi gratitud y enséñame tus leyes.


Sí, cantarán de los caminos del Señor, porque la gloria del Señor es muy grande.


En tu fuerza, Señor, se regocija el rey, ¡qué gozo siente en tus victorias!


Señor, acepta nuestra alabanza por todo tu glorioso poder. Escribiremos cánticos para celebrar tus poderosos hechos.


Pero, Señor, tú eres mi escudo, mi gloria, tú mantienes en alto mi cabeza.


Clamé al Señor a voz en cuello, y él me respondió desde su monte santo.


¡Vengan todos, y den palmadas de júbilo! ¡Griten triunfantes alabanzas al Señor!


¡Despierta, alma mía! ¡Despierten, arpa y lira! Haré despertar con mis cantos al amanecer.


¡El Señor nos fortalece! ¡Entonemos alabanzas! ¡Cantemos al Dios de Israel!


¡Vengan, cantemos al Señor con júbilo! Aclamaremos a la roca de nuestra salvación.


Cante jubiloso su canto de reconocimiento todo el pueblo de Jerusalén. Porque grande y poderoso es el Santo de Israel, que mora entre ustedes.


Porque el Señor dice: Canten jubilosos por todo lo que haré por Israel, la más grande de las naciones. Clamen con gozo y alabanza: «¡El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de los sobrevivientes que él ha protegido!».


¡Regocíjate grandemente, pueblo mío! ¡Grita de alegría, Jerusalén! ¡Tu rey viene montado sobre un burrito! ¡Es un rey justo y humilde, y viene a salvarte!


Ya que es así, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza por medio de Jesucristo; es decir, confesemos su nombre con nuestros labios.


también ustedes son piedras vivas con las que se está edificando una casa espiritual. Así llegan a ser un sacerdocio santo, para que le ofrezcan a Dios sacrificios espirituales por medio de Jesucristo. Estos sacrificios a él le agradan.


y cantaban el cántico de Moisés, el siervo de Dios, y el cántico del Cordero: «Formidables y maravillosas son tus obras, Señor, Dios Todopoderoso. Justos y verdaderos son tus caminos, Rey de las naciones.


y dedicaron al Cordero este nuevo canto: «Eres digno de recibir el pergamino y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado y con tu sangre compraste para Dios un pueblo de entre todos los linajes, pueblos, lenguas y naciones.


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