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Salmos 20:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 Que recuerde con agrado lo que le has brindado: tus sacrificios y ofrendas quemadas:

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Haga memoria de todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto. Selah

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Que se acuerde de todas tus ofrendas y mire con agrado tus ofrendas quemadas. Interludio

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Que se acuerde de todas tus ofrendas y reciba con agrado tu holocausto.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Haga memoria de todas tus ofrendas Y acepte la grosura de tus holocaustos. Selah

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 que él te envíe el socorro desde su santuario, que desde Sión te asista.

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Salmos 20:3
11 Tagairtí Cros  

También Abel le dio una ofrenda al Señor. Le ofreció las primeras y mejores crías de sus ovejas. Al Señor le agradó Abel y su ofrenda,


Luego, David construyó allí un altar al Señor y ofreció holocaustos y ofrendas de paz sobre él. Y oró al Señor, quien respondió enviando fuego desde los cielos para quemar las ofrendas que estaban sobre el altar.


Cuando Salomón terminó de orar, cayeron del cielo ráfagas de fuego y consumieron el holocausto y los sacrificios.


Que el Señor te bendiga desde Sion, y que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida.


Que el Señor te bendiga desde Sion: el Señor que hizo el cielo y la tierra.


Entonces te agradarán los sacrificios de justicia, las ofrendas quemadas y otra vez sobre tu altar se ofrecerán becerros.


Para mis altares se reservarán los rebaños de Cedar y los carneros traídos de Nebayot, y en aquel día yo glorificaré mi grandioso templo.


Entonces descendió fuego de la presencia del Señor, que consumió la ofrenda y la grasa que había sobre el altar. Cuando el pueblo vio esto, dio gritos de júbilo y adoró al Señor.


Cornelio se quedó mirándolo lleno de temor. ―¿Qué quieres, Señor? —le preguntó al ángel mirándolo fijamente. ―Dios no ha pasado por alto tus oraciones ni tus limosnas.


Y vivan amando a los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros en sacrificio, como ofrenda de perfume agradable a Dios.


también ustedes son piedras vivas con las que se está edificando una casa espiritual. Así llegan a ser un sacerdocio santo, para que le ofrezcan a Dios sacrificios espirituales por medio de Jesucristo. Estos sacrificios a él le agradan.


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