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Salmos 20:1 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

1 Que el Señor esté contigo en el día de tu tribulación. ¡Que el Dios de Israel te libre de todo mal!

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Biblia Reina Valera 1960

1 Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Que el Señor responda a tu clamor en tiempos de dificultad; que el nombre del Dios de Jacob te proteja de todo mal.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Que el Señor te responda en el día aciago y te proteja el Nombre del Dios de Jacob.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Al director del coro. Salmo de David. YHVH te responda en el día de la adversidad, El nombre del Dios de Jacob te defienda.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Del director. Salmo. De David.

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Salmos 20:1
21 Tagairtí Cros  

la tierra de Judá se convirtió en el santuario de Dios e Israel, en su reino.


Aunque me rodeen tribulaciones, tú me librarás de la ira de mis enemigos. Contra el enojo de mis enemigos extenderás tu mano. Tu poder me salvará.


El Señor es mi fortaleza, mi roca y mi salvación; mi Dios es la roca en la que me refugio. Él es mi escudo, el poder que me salva.


Dios bendice a los que son buenos con los pobres. El Señor los libra en tiempo de angustia.


Dios es nuestro amparo y nuestra fuerza, nuestra pronta ayuda en tiempos de tribulación.


¡Aquí, entre nosotros, está el Señor Todopoderoso! ¡Nuestro refugio es él, el Dios de Jacob!


El Señor Todopoderoso está aquí entre nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.


«Reúnan a mi pueblo: a los que han hecho un pacto conmigo mediante un sacrificio».


Sí, Señor, ayúdanos contra nuestros enemigos, porque de nada vale la ayuda de un simple mortal como nosotros.


Que sepan que tú eres el Señor, que ese es tu nombre; que sepan que sólo tú eres el Altísimo sobre toda la tierra.


Todos los que conocen tu misericordia, Señor, contarán contigo para que los auxilies, pues jamás has abandonado a quienes en ti confían.


El nombre del Señor es una torre poderosa; los justos acuden a ella y están a salvo.


¿Quién entre ustedes teme al Señor y obedece a su siervo? Si alguno de ustedes anduviere en tinieblas, sin un solo rayo de luz, confíe en el Señor, pónganse en las manos de su Dios.


¡Ay! en toda la historia, ¿cuándo hubo jamás un tiempo de terror como ese que se le viene encima a Israel? Es tiempo de mucho sufrimiento para mi pueblo —para Jacob— como nunca lo experimentaron antes. ¡Pero Dios los librará!


Cuando Cristo estaba en la tierra, con voz fuerte y muchas lágrimas ofreció ruegos y súplicas a Dios, quien podía librarlo de la muerte. Y Dios escuchó sus oraciones en virtud de su ferviente deseo de obedecer a Dios.


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