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Salmos 2:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Los reyes de la tierra se preparan para la batalla; los gobernantes se asocian contra el Señor y contra su ungido.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Los reyes de la tierra se preparan para la batalla; los gobernantes conspiran juntos en contra del Señor y en contra de su ungido.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Se sublevan los reyes de la tierra, y sus fuerzas unen los soberanos en contra del Señor y de su Ungido.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Se alzarán los reyes de la tierra, Y con príncipes consultarán unidos, Contra YHVH y contra su Ungido, diciendo:°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Los reyes de la tierra se levantan, los príncipes conspiran entre ellos contra el Señor y contra su Ungido:

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Salmos 2:2
27 Tagairtí Cros  

Dios está a tu lado para protegerte. En el día de su ira aplastará a muchos reyes.


Ustedes, los reyes, obren sabiamente.


Amas el bien, y el mal detestas, por eso Dios, el Dios tuyo, te ha ungido, derramando sobre ti más perfume de alegría que sobre los demás.


Los reyes de la tierra han llegado juntos para avanzar contra la ciudad.


Maravillados están ante el espectáculo; están aterrados y huyen,


Recuerda, Señor, que tu enemigo se burla, y que un pueblo insensato ofende tu nombre.


No disimules las maldiciones de estos enemigos tuyos; ellas se vuelven cada vez más clamorosas.


Se trata de los ismaelitas, los edomitas, los moabitas y los agarenos;


¡Es mi siervo David! Lo he ungido con mi aceite sagrado.


En la mañana verán la gloria del Señor, quien ha oído sus quejas contra él. Sí, contra él es que ustedes se están quejando, pues nosotros sólo somos sus representantes. El Señor les dará a comer carne en la tarde y pan abundante por la mañana. Él ya escuchó sus quejas, pues no es contra nosotros que ustedes se han quejado, sino contra él. ¡Nosotros no somos nadie!


Nadie, por inteligente o sabio que sea, puede enfrentarse al Señor.


El Espíritu del Señor Todopoderoso está sobre mí, porque me eligió para traer buenas noticias a los pobres, para consolar a los afligidos y para anunciarles a los prisioneros que pronto van a quedar en libertad.


Entonces Herodes se puso furioso por la burla de los sabios y mandó matar a todos los niños varones que vivieran en Belén y sus alrededores y que tuvieran dos años o menos. Lo ordenó así tomando en cuenta el tiempo que los sabios le habían indicado.


En aquel mismo instante, los principales sacerdotes y los funcionarios judíos se reunían en la residencia de Caifás, el sumo sacerdote, y discutían sobre la manera de capturar a Jesús a espaldas del pueblo y matarlo.


Los principales sacerdotes y la corte suprema judía, reunidos allí, se pusieron a buscar falsos testigos que les permitieran formular cargos contra Jesús que merecieran pena de muerte.


Al amanecer, los principales sacerdotes y funcionarios judíos se reunieron a deliberar sobre la mejor manera de lograr que el gobierno romano condenara a muerte a Jesús.


En ese momento unos fariseos se acercaron a Jesús y le dijeron: ―Vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.


Andrés, al primero que encontró fue a su hermano Simón y le dijo: ―Hemos encontrado al Mesías (es decir, al Cristo).


El que me odia a mí, también odia a mi Padre.


Aquel a quien Dios ha enviado habla lo que Dios le dice, porque Dios mismo le da su Espíritu en abundancia.


»Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret y él anduvo haciendo el bien y sanando a los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.


Cayó al suelo y escuchó una voz que le decía: ―Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?


Amas lo justo y odias lo malo; y por eso Dios, el Dios tuyo, te ha dado más alegría que a los demás».


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