Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 19:12 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

12 Pero, ¿cómo podré yo saber qué pecados acechan en mi corazón?

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

12 ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

12 ¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

12 Pero, ¿quién repara en sus deslices? Límpiame de los que se me escapan.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

12 ¿Quién discernirá sus propios errores? Declárame inocente de los que me son ocultos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

12 Iluminan a tu siervo y en su guarda hay gran provecho.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 19:12
19 Tagairtí Cros  

»Una respuesta razonable es todo lo que pido; después, guardaré silencio. Dime, ¿cuál ha sido mi maldad?


Sabes si me siento o me levantó. Cuando estoy lejos, conoces cada uno de mis pensamientos.


Conocimiento tan maravilloso está más allá de mi comprensión; tan grande es que no puedo entenderlo.


Son tantos los problemas que me rodean que no los puedo ni contar. Se han acumulado tanto que no me dejan encontrar la salida. Son más que los cabellos de mi cabeza. Mi corazón se debilita.


Lávame de toda mi culpa y límpiame de mi pecado.


Aunque los pecados llenen nuestro corazón, tú los perdonas todos.


Frente a ti extiendes nuestros pecados, nuestros pecados secretos, y los ves todos.


El Señor le dijo a Moisés: «Sube al monte, donde estoy, y quédate hasta que yo te dé las leyes y los mandamientos que he grabado en tablas de piedra, para que puedas enseñárselos al pueblo».


El que menosprecia la instrucción, pagará las consecuencias; el que la respeta recibirá su recompensa.


Estamos completamente contaminados e inmundos de pecado. Todas nuestras buenas obras son como inmundos harapos. Como hojas de otoño nos decoloramos, nos marchitamos y caemos. Como viento, nos arrastran nuestros pecados.


Nada hay tan engañoso ni tan absolutamente perverso como el corazón. Nadie es capaz de conocer a fondo su maldad.


Tengo limpia la conciencia, pero eso no quiere decir que sea justo. El Señor es el que tiene que juzgarme.


Ojalá siempre estuviera dispuesto a obedecer mis mandamientos. Si así fuera, les iría bien en todo a ellos, a sus hijos y a las generaciones futuras.


Entonces Moisés le dijo al pueblo: «Deben obedecer los mandamientos tal como el Señor su Dios se los ha ordenado. Sigan sus instrucciones al pie de la letra,


Pero en la segunda parte entra únicamente el sumo sacerdote, y sólo una vez al año. Siempre que entra lleva la sangre que ofrece por los pecados que cometen, sin darse cuenta, él y el pueblo.


Pero si, al igual que Cristo, vivimos en la luz, entre nosotros habrá compañerismo, y la sangre de Jesucristo el Hijo de Dios nos limpiará de todo pecado.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí