Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 142:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 Escucha mi clamor, pues estoy muy deprimido. Rescátame de mis perseguidores, pues son demasiado fuertes para mí.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

6 Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido. Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Oye mi clamor, porque estoy muy decaído. Rescátame de mis perseguidores, porque son demasiado fuertes para mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Atiende a mi clamor porque estoy muy decaído. Ponme a salvo de mis perseguidores, que son más fuertes que yo.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

6 ¡Oye mi clamor, porque estoy abatido en gran manera! Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Hacia ti, Señor, yo clamo y digo: 'Tú eres mi refugio, tú mi parte en la tierra de los vivos'.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 142:6
18 Tagairtí Cros  

El Señor protege a la gente sencilla; estaba yo muy débil, y él me salvó.


Al que nos recuerda, aunque estemos desvalidos; su gran amor perdura para siempre.


Mi enemigo me persigue. Me ha derribado a tierra. Me obliga a vivir en tinieblas como los que están en el sepulcro.


Ven pronto, Señor, y respóndeme, porque cada vez me deprimo más; ¡no te apartes de mí, o me muero!


Oh, Señor oye mi ruego para que se haga justicia; escucha mi clamor para obtener ayuda; presta oído a mi oración porque sale de un corazón sincero. ¡Presta oído a mi angustioso clamor!


Me liberó de mi recio enemigo, de los que me odiaban; a mí, que estaba indefenso en manos de ellos.


Yo sé que veré tu bondad, mientras esté aquí en la tierra de los vivientes.


¡Oh Señor, muchos son mis enemigos! ¡Muchos están contra mí!


Pero mis enemigos me persiguen encarnizadamente; siguen odiándome, aunque nada hice para provocar su odio.


Por eso no temeremos aunque el mundo se desintegre y los montes se derrumben y caigan al mar.


Me acechan para darme muerte. Hombres vigorosos están allí a la espera. Y no es, Señor, porque yo les haya hecho mal alguno.


¡No nos condenes por nuestros antiguos pecados! Que tus tiernas misericordias satisfagan las necesidades nuestras, pues hemos sido abatidos hasta el polvo.


Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio y en ti estoy seguro; eres mi Dios, y en ti confío».


Si somos los escogidos de Dios ¿quién se atreverá a acusarnos? Dios mismo es quien nos ha declarado justos.


A pesar de todo, nuestra victoria es absoluta, gracias a Cristo que nos amó.


¿Y a quién trata de dar caza el rey de Israel? ¿Debe perder el tiempo buscando a uno que es tan indigno como un perro muerto o como una pulga?


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí