Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 102:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

8 Mis enemigos se burlan de mí día tras día y me maldicen.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

8 Cada día me afrentan mis enemigos; Los que contra mí se enfurecen, se han conjurado contra mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Mis enemigos se burlan de mí día tras día; se mofan de mí y me maldicen.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Todo el día me insultan mis enemigos, los que me adulan maldicen de mí.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

8 Mis enemigos me afrentan cada día, Mis escarnecedores me maldicen.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 siempre en vela, como pájaro solitario sobre el techo.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 102:8
15 Tagairtí Cros  

¿Por qué se unen las naciones en contra del Señor y en vano conspiran?


Pero mis enemigos dicen: «Ojalá muera pronto y caiga en el olvido».


Mis enemigos gritan contra mí y me amenazan. Me traen problemas derribándome en su enojo.


Sus insultos me han quebrantado el corazón; y estoy desesperado. ¡Si por lo menos uno mostrara piedad! ¡Si uno por lo menos me consolara!


Continuamente pienso en aquellos buenos días pasados, que hace tanto se fueron.


Tus enemigos se burlan de mí, oh Señor, del que tú ungiste como rey de ellos.


Su nombre será anatema entre mi pueblo, porque el Señor Dios los matará y a sus siervos fieles les dará otro nombre.


Su destino se convertirá en símbolo de todo mal, de modo que cuando alguien quiera maldecir a otro le dirá: “¡El Señor permita te acontezca como a Sedequías y a Acab, a quienes el rey de Babilonia quemó vivos!”.


Pero los que querían acusarlo se llenaron de ira y comenzaron a hacer planes contra Jesús.


Muchas veces, en todas las sinagogas, los castigué para obligarlos a renegar. Mi enojo contra ellos era tan grande que hasta en las ciudades del extranjero los perseguía.


Los jefes judíos, al escuchar la acusación de Esteban, crujían los dientes y rabiaban de furia contra él.


Ni siquiera Cristo trató de complacerse. Como está escrito: «Los insultos de quienes te ofendían cayeron sobre mí».


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí