Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Salmos 102:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Mi corazón está enfermo y se marchita como la hierba; ¡hasta he perdido el apetito!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Mi corazón está herido, y seco como la hierba, Por lo cual me olvido de comer mi pan.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Tengo el corazón angustiado, marchito como la hierba, y perdí el apetito.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 como hierba segada, mi corazón se seca y hasta me olvido de comer mi pan;'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Mi corazón herido se agosta como la hierba, Y aun de comer mi pan me olvido.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Mis días se terminan en humo, y mis huesos se queman lo mismo que un brasero.

Féach an chaibidil Cóip




Salmos 102:4
21 Tagairtí Cros  

Sus consejeros le rogaban que se levantara y comiera con ellos, pero él se negaba a hacerlo.


Luego, Esdras salió del templo de Dios y fue a la habitación de Johanán hijo de Eliasib, y pasó allí la noche. Pero no quiso comer ni beber, pues estaba muy afligido debido al pecado de los que habían regresado del cautiverio.


»¡Estoy harto de esta vida! Dejen que dé rienda suelta a mis quejas. Hablaré en mi dolor y en mi amargura.


Tengo la piel negra, y se me está cayendo. Los huesos me arden de fiebre.


de modo que el hombre pierde el gusto y el apetito, sin que le llame la atención ni el más delicioso manjar.


Porque el Señor me ha derribado con sus flechas: en lo profundo de mi corazón ha clavado sus dardos venenosos. Todos los terrores de Dios militan contra mí.


Pasa veloz mi vida como las sombras de la noche. Me voy marchitando como la hierba


Me alimento de cenizas en vez de comida. Por tu enojo en contra mía, por tu ira, mis lágrimas caen en lo que bebo.


Pronto se desvanecen como la hierba, y desaparecen como las flores de primavera.


Y sin embargo aquí estoy deprimido y sombrío; pero meditaré en tu bondad desde esta tierra por donde fluye el río Jordán y en donde se elevan el monte Hermón y el Mizar.


Sus insultos me han quebrantado el corazón; y estoy desesperado. ¡Si por lo menos uno mostrara piedad! ¡Si uno por lo menos me consolara!


Pienso en Dios y me lamento, agotado por el ansia de recibir su ayuda.


La hierba se seca, la flor se marchita bajo el aliento de Dios. Igual le ocurre al frágil ser humano.


¡Y claro que me ha clavado sus flechas en todo mi cuerpo!


Porque nunca podré olvidar este tiempo tan terrible, y por eso estoy desanimado.


Entonces lo llevaron de la mano a Damasco, donde permaneció tres días ciego, sin tomar alimentos ni agua.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí