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Salmos 10:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

11 «Dios no ve, no se dará cuenta», dicen para sí los malvados.

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Biblia Reina Valera 1960

11 Dice en su corazón: Dios ha olvidado; Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Los malvados piensan: «¡Dios no nos mira! ¡Ha cerrado los ojos y ni siquiera ve lo que hacemos!».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Dice en su corazón: 'Dios lo ha olvidado, tiene su cara tapada, no ve nada'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Dice en su corazón: ’El° ha olvidado, Ha escondido su rostro, no lo verá jamás.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 En su interior se dice: 'Dios se olvida, tiene oculto su rostro y no verá jamás'.

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Salmos 10:11
13 Tagairtí Cros  

Se jactan de que ni Dios ni el hombre pueden hacer nada contra ellos; siempre estarán libres de problemas.


Señor, ríete de ellos, y búrlate de todas las naciones.


Unos a otros se animan a cometer el mal. Planean cómo poner sus trampas. «Aquí jamás las descubrirá», dicen.


Maquinan sus perversidades, y dicen: «Hemos tramado el plan perfecto». ¡Sí, los pensamientos y el corazón humano no se pueden comprender!


Preguntan: «¿Se dará cuenta Dios de lo que pasa? ¿Entiende el Altísimo lo que está pasando?».


Y hasta dicen: «El Señor no ve; al Dios de Israel no le importa».


Como Dios no castiga instantáneamente a los pecadores, la gente cree que puede hacer el mal impunemente.


Luego el Señor me dijo: «Hombre mortal, ¿te das cuenta de lo que los sabios consejeros de Israel están haciendo en lo oculto? Ellos dicen: “¡El Señor no nos ve, se ha alejado!”».


Entonces el Señor me dijo: «Las maldades del pueblo de Israel y Judá son muy graves y toda la tierra está por su culpa llena de muerte e injusticia, pues ellos dicen: “¡El Señor no nos ve! ¡Se ha alejado de este país!”.


Su gente jamás parece reconocer que yo los estoy observando. Sus hechos malvados los delatan por todos lados, y ninguno de ellos se oculta de mi vista. ¡No se me escapa nada de lo que hacen!


Algunos maestros de la ley que estaban allí sentados pensaron:


Cuando el fariseo que había invitado a Jesús vio esto pensó: «Si este hombre fuera profeta, sabría que lo está tocando una mujer que tiene mala fama».


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