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Proverbios 6:17 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

17 del altanero, el que ama la mentira, del malvado,

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Biblia Reina Valera 1960

17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 los ojos arrogantes, la lengua mentirosa, las manos que matan al inocente,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 la mirada despreciativa, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente,

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Ojos altivos, lengua mentirosa, Manos que derraman sangre inocente,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 ojos altaneros, lengua mentirosa, manos que vierten sangre inocente,

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Proverbios 6:17
34 Tagairtí Cros  

Además de practicar la idolatría, que el Señor odia, y de hacer que el pueblo de Judá también la practicara, Manasés asesinó a gran número de personas inocentes. Jerusalén quedó llena de un extremo a otro de los cadáveres de sus víctimas.


Estos malvados, tan orgullosos y altivos, parecen creer que Dios ha muerto. ¡No se les ocurre siquiera buscarlo!


No toleraré a nadie que en secreto calumnie a su prójimo; y no permitiré la vanidad ni el orgullo.


Señor, mi corazón no es orgulloso, ni mis ojos altivos; no busco grandezas, ni cosas que sean mayores a mis fuerzas.


Libras a los humildes y condenas a los orgullosos y altivos.


Que sean silenciados sus labios mentirosos, porque hablan contra los justos con orgullo, desdén e insolencia.


Por sus mentiras los destruirás. ¡Cómo aborreces a los asesinos y tramposos!


Pero yo entraré en tu templo bajo el amparo de la misericordia y tu amor; y te adoraré con profundísimo y reverente temor.


Ellos te pueden decir: «Ven con nosotros; sólo por gusto atrapemos y matemos algún inocente cuando pase.


porque sus pies se apresuran hacia el mal; ¡tienen prisa por derramar sangre!


El Señor aborrece a los mentirosos, pero le agradan los que viven en la verdad.


El testigo verdadero nunca miente; el testigo falso sólo dice mentiras.


El Señor aborrece a los orgullosos; puedes estar seguro que recibirán su castigo.


No es de esperarse que el rebelde diga la verdad ni que los reyes digan mentiras.


Los ojos altivos, el corazón orgulloso y las malas acciones son pecado.


La lengua mentirosa odia a sus víctimas, la boca aduladora causa la ruina.


El asesino atormentado por su sentimiento de culpa, será un fugitivo hasta que muera. ¡Que nadie lo apoye!


Hay quienes se creen más que los demás y a todos miran con desprecio.


El Señor está harto, ¡hasta el cansancio! de este tipo de gente:


De ahora en adelante, cuando oren con las manos levantadas al cielo, no miraré ni escucharé. Por más oraciones que hagan, no escucharé, porque sus manos son manos de asesinos, están manchadas con la sangre de víctimas inocentes.


porque el día viene en que sus altivas miradas serán humilladas; sólo el Señor será exaltado.


Luego juzgará a las altivas mujeres judías, que orgullosas pasan contoneándose con sus pulseras tintineantes en los tobillos, con ojos lascivos que recorren la multitud para atraerse la mirada de los hombres.


Hasta la mirada de sus rostros los traiciona y pone de manifiesto su culpa. Y se vanaglorian de que su pecado es igual al pecado de Sodoma. ¡Ni vergüenza les da! ¡Qué catástrofe! Se han acarreado su propia condenación.


Pero una cosa sí les digo: Si me matan serán culpables de la muerte de un inocente, y la responsabilidad recaerá sobre esta ciudad y cuantos en ella viven, porque es absolutamente cierto que el Señor fue quien me envió a decir cada una de las palabras que de mí han oído.


Ustedes son de su padre el diablo y quieren cumplir los deseos de él. Desde el principio el diablo ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad porque no hay verdad en él. Él es mentiroso por naturaleza, y por eso miente. ¡Él es el padre de la mentira!


De esta manera evitarás que muera gente inocente, y no serás responsable de injustificados derramamientos de sangre.


“Maldito sea el que acepta soborno para matar a un inocente”. Y todo el pueblo responderá: “Amén”.


También a los jóvenes les digo: obedezcan a los ancianos. Trátense unos a otros con humildad, porque «Dios está en contra de los orgullosos, pero a favor de los humildes».


Pero afuera de la ciudad se quedarán los perros, los hechiceros, los que cometen inmoralidades sexuales, los asesinos, los idólatras y todos los que aman y practican la mentira.


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