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Proverbios 19:10 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

10 No se ve bien que el necio viva con lujo o que el esclavo gobierne a los príncipes.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

10 No conviene al necio el deleite; ¡Cuánto menos al siervo ser señor de los príncipes!

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 ¡No es correcto que un necio viva rodeado de lujos ni que un esclavo gobierne sobre príncipes!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 No conviene que un tonto viva en el lujo, y menos aún que un esclavo mande a los príncipes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 El lujo no conviene al insensato, ¡Cuánto menos al siervo tener dominio sobre príncipes!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 No le cuadra al necio la vida regalada: y menos aún al siervo dominar a los señores.

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Proverbios 19:10
17 Tagairtí Cros  

A pesar de que he sido nombrado como rey, nada pude hacer para evitar que los hijos de Sarvia asesinaran a Abner. ¡Que el Señor le dé su castigo a quien cometió tal maldad!».


El edicto fue enviado por medio de los mensajeros más rápidos del rey, después de haber sido proclamado en la ciudad de Susa. El rey y Amán se sentaron a beber, mientras que la ciudad se llenó de confusión y pánico.


No es de esperarse que el rebelde diga la verdad ni que los reyes digan mentiras.


Ni la nieve es para el verano, ni la lluvia para la cosecha, ni los honores para el necio.


Y reinará la peor de las anarquías: cada cual pisoteará a su prójimo, el vecino luchará contra su vecino, los jóvenes se rebelarán contra la autoridad, los delincuentes se reirán de las personas honorables.


¡No te alegres, Israel! ¡No hagas fiesta como las otras naciones! Porque has abandonado a tu Dios y te has portado como una prostituta, pues te entregas a los ídolos y te alegras con ellos más que por las cosechas de trigo que yo te regalo.


»Había un hombre rico que se vestía con ropas muy lujosas y a diario hacía fiestas donde servían espléndidos banquetes.


En el infierno, en medio de sus tormentos, el rico vio a lo lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él.


Llénense de angustia, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto, y su alegría en tristeza.


Cuando ella llegó a su casa, encontró que Nabal estaba celebrando un gran festín. Como estaba completamente ebrio, ella decidió no hablarle de su encuentro con David hasta el día siguiente.


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