Proverbios 18:7 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁷ La boca del necio es su ruina; sus labios son una trampa mortal.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁷ La boca del necio es quebrantamiento para sí, Y sus labios son lazos para su alma.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁷ La boca de los necios es su ruina; quedan atrapados por sus labios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁷ El tonto habla y se perjudica a sí mismo: se prepara una trampa.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁷ La boca del necio es su propia ruina, Y sus labios, lazo para su alma.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁷ La boca del necio es su ruina; sus labios, una trampa para su vida.

Proverbios 18:7 Tagairtí Cros

Salmos 140:9

Haz que sus planes se vuelvan contra ellos mismos. Que sean destruidos por el mismo mal que planearon para mí.

Salmos 64:8

Sus propias palabras se volverán contra ellos y los destruirán. Cuantos los vean se burlarán de ellos.

Proverbios 10:14

El sabio atesora conocimiento, pero la palabrería del necio es un peligro.

Proverbios 10:8

El sabio obedece los mandamientos, pero el necio rezongón acaba en la ruina.

Proverbios 12:13

Los malvados quedan atrapados en sus propias palabras mentirosas, pero el justo se libra de ese aprieto.

Proverbios 13:3

El que cuida sus palabras, cuida su vida; el que descuida sus palabras provoca su propia ruina.

Proverbios 14:3

De los labios del necio brota el orgullo, pero los labios del sabio son su propia protección.

Proverbios 16:22

La prudencia es fuente de vida para quien la posee; pero instruir al necio es una locura.

Proverbios 18:8

Los chismes son como delicioso bocado, pero penetran hasta lo más profundo del ser.

Proverbios 5:22

Al malvado lo tienen atrapado sus propios pecados, son cuerdas que lo atan y retienen.

Proverbios 6:2

si tú mismo te comprometiste y has quedado atrapado en tus propias palabras,

Jueces 11:35

Cuando él la vio rasgó su ropa con angustia. ―¡Ay, hija mía! —exclamó—. Tú me has abatido hasta el polvo. Porque he hecho voto delante del Señor y no puedo retractarme.