Nehemías 5:5 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 20085 «Somos sus hermanos, y nuestros hijos son iguales a los de ustedes. Sin embargo, hemos tenido que vender a nuestros hijos como esclavos a fin de obtener el dinero que necesitamos para vivir. Ya hemos vendido algunas de nuestras hijas, y no podemos pagar por su libertad, porque nuestros campos también han sido hipotecados a estos hombres». Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19605 Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, nuestros hijos como sus hijos; y he aquí que nosotros dimos nuestros hijos y nuestras hijas a servidumbre, y algunas de nuestras hijas lo están ya, y no tenemos posibilidad de rescatarlas, porque nuestras tierras y nuestras viñas son de otros. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente5 Pertenecemos a la misma familia de los que son ricos, y nuestros hijos son iguales a los de ellos. Sin embargo, tenemos que vender nuestros hijos como esclavos solo para conseguir lo necesario para vivir. Ya hemos vendido a algunas de nuestras hijas, y no hay nada que podamos hacer, porque nuestros campos y viñedos ya están hipotecados a otros». Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)5 Sin embargo somos de la misma sangre que nuestros hermanos y nuestros hijos valen tanto como los de ellos; incluso tenemos que dejar en prenda a nuestros hijos y a nuestras hijas, y a menudo se aprovechan de ellas. ¿Qué más podemos hacer si nuestros campos y nuestras viñas ya pertenecen a otros?' Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion5 Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, sus hijos como nuestros hijos, y he aquí que vamos sujetando a servidumbre a nuestros hijos y a nuestras hijas; y hay hijas nuestras ya esclavizadas, sin que nosotros podamos rescatarlas, puesto que nuestros campos y nuestras viñas ya son de otros. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19755 Y a pesar de tener la misma carne que nuestros hermanos, y de que nuestros hijos valgan tanto como los de ellos, sin embargo tenemos que vender como esclavos a nuestros hijos y a nuestras hijas. ¡Incluso algunas de nuestras hijas ya son esclavas! Y nada podemos hacer nosotros, porque nuestros campos y viñas pertenecen a otros'. Féach an chaibidil |
Un día la esposa de uno de los miembros de la escuela de profetas le contó a Eliseo que su esposo había muerto. Era un hombre que amaba a Dios, según dijo ella. Pero al morir debía algún dinero, y el acreedor le estaba exigiendo su pago. Si ella no pagaba, la amenazó con llevarse a sus dos hijos como esclavos.