Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Miqueas 5:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 Dios abandonará a su pueblo en manos de sus enemigos, pero sólo hasta el momento en que la mujer que está embarazada dé a luz a este rey. Entonces todos los israelitas que fueron llevados al exilio volverán a reunirse con sus compatriotas que se quedaron en Judá.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

3 Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que ha de dar a luz; y el resto de sus hermanos se volverá con los hijos de Israel.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

3 El pueblo de Israel será entregado a sus enemigos hasta que dé a luz la mujer que está de parto. Entonces, por fin, sus compatriotas volverán del destierro a su propia tierra.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

3 El se mantendrá a pie firme y guiará su rebaño con la autoridad de Yavé, para gloria del Nombre de su Dios; vivirán seguros, pues su poder llegará hasta los confines de la tierra.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

3 Pero los entregará sólo hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz, Entonces el resto de sus hermanos retornará con los hijos de Israel.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Él se mantendrá firme, pastoreará con el poder de Yahveh y con la majestad del nombre de Yahveh su Dios. Ellos vivirán seguros, porque entonces extenderá su poder hasta los confines de la tierra.

Féach an chaibidil Cóip




Miqueas 5:3
31 Tagairtí Cros  

Él abandonará a Israel, porque Jeroboán pecó contra él, e hizo pecar a todo Israel juntamente con él».


No sean como sus padres y sus hermanos que pecaron contra el Señor, Dios de sus padres, y fueron destruidos, como ustedes bien lo saben.


Que te alaben, oh Dios, los pueblos; que todos los pueblos te alaben.


En aquel tiempo el Señor hará volver por segunda vez a los pocos que permanecieron fieles de entre su pueblo, trayéndolos a Israel desde Asiria, el Alto y el Bajo Egipto, Etiopía, Elam, Babilonia, Jamat y todas las lejanas tierras costeras.


«Te he llamado para que realices una obra más grande que la de restaurar a Israel y que hagas volver a los sobrevivientes de mi pueblo. ¡Yo te convertiré en luz de las naciones del mundo para que también a ellas les lleves mi salvación!».


Porque llegará un día, dice el Señor, en que pondré como rey en el trono del rey David una Rama justa. Será un Rey que gobierne con sabiduría y rectitud, que hará que la justicia sea la norma de todas las personas en la tierra.


En aquel tiempo, dice el Señor, todas las familias de Israel me reconocerán como su Señor; se comportarán como pueblo mío.


Buscaré a las perdidas, las que se han descarriado, y las traeré de vuelta al redil con seguridad. Yo entablillaré y vendaré a las perniquebradas y sanaré a las enfermas. No dedicaré mi atención sólo a las robustas y bien engordadas.


»¿Cómo podré abandonarte, mi Efraín? ¿Cómo podré dejarte ir? ¿Cómo podré desampararte como lo hice con Admá y Zeboyín? ¡Me duele el corazón por ti y no puedo contener todo el amor que te tengo! ¡Me duele tanto tener que castigarte!


»Pero yo la conquistaré de nuevo, la llevaré al desierto y allí le hablaré con ternura.


»Pero ahora le quitaré todo el vino y el trigo con que continuamente la he provisto. También le quitaré la ropa que le di para que cubriera su desnudez. Ya no le daré más ricas cosechas de trigo en su estación, ni vino en el tiempo de las uvas.


Odien el mal y amen el bien; dejen que reine la justicia en sus tribunales. Quizás así el Señor, Dios Todopoderoso, tenga compasión de los pocos israelitas que quedan.


Cada persona podrá vivir tranquila bajo su viña o su higuera, sin que nadie le robe su paz. ¡El Señor Todopoderoso lo ha prometido!


Con los pocos que hayan quedado, aunque estén heridos o confusos, haré una nación poderosa. Yo mismo seré su Rey y la gobernaré para siempre desde Jerusalén.


Entonces, esa nación diezmada de Israel será para el mundo como un rocío suave que lo refresca, como lluvia sobre la hierba que cae sin que persona alguna intervenga. ¡Israel será una bendición para todas las naciones!


Pero esa pequeña nación de Israel será también, en medio de tantos pueblos, tan poderosa y temible como un león entre muchos animales indefensos; o como un león entre un rebaño de ovejas, que al pasar las agarra y devora, sin que nadie las pueda librar de sus garras.


Comerás, pero no te sentirás satisfecho. Sentirás siempre los retortijones del hambre como si siempre anduvieras con el estómago vacío. Aunque te empeñes en ahorrar, no lo conseguirás; y si algo logras guardar, haré que lo pierdas en la guerra.


La tierra de nuestros enemigos quedará convertida en un desierto a consecuencia de los horribles actos de maldad de sus habitantes.


«Yo fortaleceré a Judá, y protegeré a la casa de Israel. Haré que de nuevo sean prósperos y felices, porque los amo. Será como si nunca los hubiera desechado, porque yo, el Señor su Dios, habré escuchado sus oraciones llenas de angustia.


María tendrá un hijo y lo llamarán Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados».


¡El que obedece a mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre!


»Yo, el Rey, les responderé: “Todo lo que hicieron a mis hermanos necesitados a mí me lo hicieron”.


A quienes Dios conoció de antemano, los destinó desde un principio para que sean como su Hijo, para que él sea el mayor entre muchos hermanos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí