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Mateo 25:8 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

8 y las cinco que casi no tenían aceite suplicaron a las otras que compartieran con ellas el que tenían, porque se les estaban apagando las lámparas.

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Biblia Reina Valera 1960

8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Entonces las cinco necias les pidieron a las otras: “Por favor, dennos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se están apagando”.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Entonces las descuidadas dijeron a las precavidas: 'Dennos un poco de su aceite, porque nuestras lámparas se están apagando.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite, pues nuestras lámparas se están apagando.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Las necias dijeron a las sensatas: 'Dadnos de vuestro aceite, que nuestras lámparas se apagan'.

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Mateo 25:8
18 Tagairtí Cros  

»Queda en pie la verdad de que si no prosperas es porque eres malvado. Y tu brillante llama será apagada.


»Sin embargo, los ricos se quedan tan campantes como siempre. Jamás tienen tribulaciones, y Dios se olvida de ellos al distribuir sus dolores y su ira.


Pero nadie puede salvar a nadie de la muerte, pagándole rescate a Dios por su vida.


La luz de los justos brilla intensamente, pero los malvados son como lámpara apagada.


Al que maldice a su padre o a su madre, la lámpara de su vida se le apagará en la más terrible oscuridad.


»En el reino de los cielos sucederá lo que les sucedió a las diez muchachas que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio.


Las muchachas saltaron a arreglar las lámparas,


Las otras, las prudentes, respondieron: “No tenemos suficiente aceite para darles. Vayan a la tienda y compren”.


No crean que les basta con decir que son descendientes de Abraham, porque Dios puede sacar hijos de Abraham aun de estas piedras.


»Estén siempre listos, con la ropa bien ajustada y la lámpara encendida,


Entonces lo llamó a gritos: “Padre Abraham, ten compasión de mí. Manda a Lázaro a que moje la punta de su dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego”.


Por eso, pongan mucha atención, pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, aun lo que cree tener se le quitará».


―Oren por mí —suplicó Simón—. No quiero que eso tan horrible me suceda.


Aunque la promesa de Dios de entrar en su reposo se mantiene en pie, debemos tener mucho cuidado, no sea que algunos no puedan entrar en ese reposo,


Obligaré a los de la sinagoga de Satanás, que dicen mintiendo que son míos, a postrarse a tus pies y reconocer que te amo.


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