Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





Mateo 23:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

34 »Yo les enviaré profetas, hombres llenos del Espíritu y escritores inspirados, pero a algunos los crucificarán, a otros les destrozarán las espaldas a latigazos en las sinagogas, y a los demás los perseguirán de ciudad en ciudad.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

34 »Por lo tanto, les envío profetas, hombres sabios y maestros de la ley religiosa. A algunos los matarán crucificándolos, y a otros los azotarán con látigos en las sinagogas y los perseguirán de ciudad en ciudad.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Desde ahora les voy a enviar profetas, sabios y maestros, pero ustedes los degollarán y crucificarán, y a otros los azotarán en las sinagogas o los perseguirán de una ciudad a otra.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

34 Por tanto, he aquí Yo os envío profetas y sabios y escribas. De entre ellos mataréis y crucificaréis, y de entre ellos azotaréis en vuestras sinagogas y perseguiréis de ciudad en ciudad,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Mirad, os voy a enviar profetas y sabios y escribas: a unos los mataréis y crucificaréis y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad,

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 23:34
36 Tagairtí Cros  

Entonces el Señor declaró por medio de los profetas:


Entonces los jefes se confabularon para matar a Zacarías. El mismo rey Joás ordenó que fuera ejecutado en el atrio del templo.


El fruto del justo es árbol de vida, y el que gana vidas es sabio.


Entonces el rey ordenó a Jeramel, su hijo, a Seraías, hijo de Azriel, y a Selemías, hijo de Abdel, que detuvieran a Baruc y a Jeremías. Pero el Señor los ocultó.


Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra. Les aseguro que no terminarán de recorrer todas las ciudades de Israel antes que yo haya regresado:


Entonces Jesús añadió: ―Los maestros de la ley que se han convertido en mis discípulos tienen a su alcance un tesoro doble: las antiguas verdades de las Escrituras y las verdades nuevas que mis enseñanzas revelan.


¿No se dan cuenta de que se están tildando de hijos de asesinos?


Y también que en su nombre, comenzando en Jerusalén, se predicará a todas las naciones que hay perdón de pecados para el que se arrepiente.


A ustedes los echarán fuera de las sinagogas; y llegará el día en que cualquiera que los mate pensará que le está prestando un servicio a Dios.


Jesús volvió a decir: ―¡La paz sea con ustedes! Como mi Padre me envió, así yo los envío a ustedes.


Sin embargo, cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes recibirán poder para ser mis testigos no sólo en Jerusalén, sino también en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.


En aquellos días llegaron a Antioquía, procedentes de Jerusalén, varios profetas.


Y mandó matar a Jacobo, hermano de Juan.


En la iglesia de Antioquía eran profetas y maestros Bernabé, Simeón el Negro, Lucio de Cirene, Manaén (hermano de crianza del tetrarca Herodes) y Saulo.


Sin embargo, llegaron de Antioquía e Iconio varios judíos que hicieron que ese gentío cambiara de parecer y apedreara a Pablo. Como creían que estaba muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad.


Luego Judas y Silas, que también eran profetas, predicaron extensos sermones con el propósito de fortalecer y animar a los creyentes.


El concilio aceptó la recomendación, llamó a los apóstoles y, después de azotarlos, les exigieron que no volvieran a hablar en el nombre de Jesús. Finalmente, los pusieron en libertad.


Sin embargo, cuando estoy entre cristianos maduros, imparto sabiduría; pero no la sabiduría de este mundo ni la de quienes lo gobiernan, que están destinados a desaparecer.


Dios, en su bondad, me enseñó cómo edificar con pericia. Yo puse los cimientos y otro edificó encima. El que edifica encima debe tener cuidado de cómo edifica,


Por eso, adondequiera que vamos hablamos de Cristo, y amonestamos y enseñamos a todos con toda sabiduría. Queremos que cada ser humano sea perfecto como Cristo.


pues tratan de que nosotros no anunciemos el mensaje de salvación a los que no son judíos. Así llegan siempre al colmo de su pecado. Pero Dios los castigará duramente.


Algunos fueron apedreados, cortados con una sierra por la mitad, asesinados con espada. Otros anduvieron fugitivos de un lugar a otro, vestidos con pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados.


Aquel será un día de júbilo mundial; en todas partes, las gentes felices intercambiarán regalos y organizarán fiestas en celebración de la muerte de los dos profetas que tanto las habían atormentado.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí