Mateo 21:29 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

²⁹ Y el hijo le respondió: “Lo siento; no tengo deseos de trabajar hoy en la finca”. Pero luego, arrepentido, fue.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

²⁹ Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁹ El hijo le respondió: “No, no iré”, pero más tarde cambió de idea y fue.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁹ Y él le respondió: 'No quiero'. Pero después se arrepintió y fue.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁹ Y respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁹ Él le respondió: 'Voy, señor'; pero no fue.

Mateo 21:29 Tagairtí Cros

Éxodo 4:28

Moisés le contó a Aarón lo que Dios le había dicho que debían hacer y lo que tenían que decir, y le habló de los milagros que debían hacer en presencia del faraón.

Jeremías 44:16

«¡No vamos a escuchar los falsos mensajes que dices de parte del Señor!

Jonás 3:2

«Ve a la gran ciudad de Nínive y comunícales el mensaje que te voy a dar».

Números 10:30

Pero su cuñado le respondió: ―¡Muchas gracias!, pero debo regresar a mi tierra, con mis parientes.

Mateo 21:28

»Pero, ¿qué les parece? Un padre que tenía dos hijos le dijo al mayor: “Hijo, ve a trabajar hoy a la finca”.

Mateo 21:30

Cuando el padre le pidió al menor que fuera, este le respondió: “¡Con mucho gusto! ¡Ahora mismo voy!”. Pero no fue. Díganme:

Mateo 21:31

¿Cuál de los dos obedeció a su padre? ―El primero, por supuesto —le respondieron los principales sacerdotes y los jefes judíos. ―Pues los despreciados cobradores de impuestos y las prostitutas llegarán al reino de Dios antes que ustedes,

Hechos 26:20

Primero prediqué a los que estaban en Damasco, después a los de Jerusalén y de toda Judea, y luego a los que no eran judíos. A todos les prediqué que se arrepintieran y obedecieran a Dios, que demostraran su arrepentimiento haciendo buenas obras.

1 Corintios 6:11

Varios de ustedes merecían antes estos calificativos, pero ya el Señor les lavó sus pecados, los santificó y los justificó en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.