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Mateo 20:2 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

2 Conviene con ellos en pagarles un denario al día, que es el salario normal, y los pone a trabajar.

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Biblia Reina Valera 1960

2 Y habiendo convenido con los obreros en un denario al día, los envió a su viña.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 Acordó pagar el salario normal de un día de trabajo y los envió a trabajar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Se puso de acuerdo con ellos para pagarles una moneda de plata al día, y los envió a su viña.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Y puesto de acuerdo con los obreros por un denario al día, los envió a su viña.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 Habiendo convenido con ellos a denario la jornada, los envió a su viña.

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Mateo 20:2
24 Tagairtí Cros  

Pero en cuanto yo me haya ido, el Espíritu del Señor se lo llevará a usted a quién sabe qué lugar, y cuando Acab venga y no lo encuentre, me matará. Usted bien sabe que yo he sido un verdadero siervo del Señor toda mi vida.


Cuando tenía dieciséis años, en el año octavo de su reinado, comenzó a buscar al Dios de su antepasado David. Cuatro años más tarde comenzó a limpiar a Judá y a Jerusalén de los altares paganos y de las imágenes de la diosa Aserá, y de todos los ídolos que había en el país.


No permitas que la alegría de la juventud haga que te olvides de tu Creador. Hónralo cuando joven, antes que lleguen los años malos en que ya no tengas alegría de vivir.


»Pero cuando aquel mismo hombre salió de allí, fue adonde estaba alguien que le debía veinte mil pesos y, agarrándolo por el cuello, exigió pago inmediato.


»El reino de los cielos es también semejante al dueño de una finca que sale por la mañana a contratar obreros para recoger la cosecha.


»“Amigo”, le contestó el dueño, “¿no quedamos en que se te iba a pagar un denario al día?


Un par de horas más tarde, al pasar por la plaza y ver a varios hombres que andan en busca de trabajo,


A los que llegaron a las cinco les pagó un denario.


«¡Es tan grande la mies y hay tan pocos obreros!» —les dijo a los discípulos—.


Pero Jesús, conociendo su hipocresía, les replicó: ―¿Por qué me tienden trampas? Tráiganme una de las monedas con que se paga ese impuesto, para que la vea.


porque tu hijo va a ser un gran hombre delante del Señor. Nunca tomará vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo aun antes que nazca.


Al día siguiente, le dio dos monedas de plata al dueño del alojamiento y le dijo: “Cuídeme a este hombre, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando vuelva”.


―Muéstrenme una moneda romana. ¿De quién es la imagen y el nombre que tiene escrito? Le contestaron: ―Del césar.


Desde tu niñez conoces las Sagradas Escrituras, y estas te pueden dar la sabiduría que se necesita para la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.


Y una voz que brotó de entre los cuatro seres vivientes, dijo: «Vendo por el salario de un día un kilo de trigo o tres kilos de cebada, pero no le hagan daño al aceite ni al vino».


Samuel, aunque todavía era un niño, prestaba servicio ante el Señor y usaba una túnica de lino similar a la de los sacerdotes.


El pequeño Samuel, en cambio, iba creciendo en estatura y en gracia ante todos y también ante el Señor.


Mientras tanto, el pequeño Samuel estaba al servicio del Señor como ayudante de Elí. En aquellos días eran muy raros los mensajes del Señor;


El Señor continuó dándole mensajes en el santuario en Siló, y Samuel los proclamaba delante del pueblo de Israel.


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